Podía haberse grabado hace 10 o 20 años. Pero se ha grabado hoy. Resulta bonito y sincero, eso es lo importante. Con dos cantantes musicando poemas de Machado o Unamuno entre otros.
Nino Sánchez es un músico salmantino de larguísima trayectoria artística, siempre vinculada a la música de raíz y a los aspectos más tradicionales de la cultura de su tierra. Comenzó a publicar discos en la década de los 60 y su carrera se ha desarrollado de forma ininterrumpida hasta el día de hoy.
Amparo García-Otero es una cantante de Valladolid, en su pasado figuran etapas de profundo estudio musical y también dedicadas al canto lírico, aunque desde hace tiempo está centrada en la música tradicional y en la interpretación de canciones propias.
Las carreras de ambos artistas fueron totalmente independientes y no se conocieron personalmente hasta el año 2005, en un recital de Nino Sánchez en Valladolid. Allí surgió una buena conexión artística y comenzó a gestarse una colaboración que finalmente se ha hecho realidad con este nuevo disco compartido, "Juglares del Duero", en el que ambos artistas han colaborado para poner música a poemas clásicos de escritores vinculados a la meseta y en especial a las provincias de Salamanca y Valladolid.
El disco tiene unos claros cimientos en la música tradicional. Las instrumentaciones parten de ahí, pero se incorporan arreglos clásicos, que en ocasión son los principales protagonistas. Hay cortes donde su preponderancia, o su combinación con los tradicionales, queda especialmente bonita (como en "Vivo sin vivir en mí"), aunque en otros añaden un plus de elegancia excesivo para canciones que se habrían beneficiado de un sonido más crudo (aquellas de cadencia tradicional más marcada y con mayor protagonismo de la voz de Nino). Aunque el verdadero patinazo en instrumentación a señalar es la inclusión de una guitarra eléctrica en "Ávila de los Caballeros", metida con tanta mesura que le hace perder a su uso todo sentido.
Las voces de los cantantes son realmente muy distintas, con Nino en un estilo folk claro y Amparo mostrando de forma evidente sus dotes para la lírica. Aunque la combinación de ambas funciona bien y el resultado es bonito.
La participación vocal de ambos artistas a lo largo del disco está equilibrada y ambos han participado en las labores de composición. Y aunque como hemos señalado es un disco construido a partir de poemas de grandes escritores, incluye también una canción íntegramente compuesta por Amparo García-Otero ("Viene el juglar"), dos por Nino Sánchez ("Es un pueblo" y "Barcarola") y además un último corte con cuatro canciones tradicionales de Salamanca, del estilo llamado "charradas", fundidas y arregladas por Nino.
En definitiva, un disco donde su unen dos cantantes de estilos muy distintos, aunque ambos vinculados a la música de raíz, en el que fundamentalmente ponen música a poesías, con una orientación instrumental en la que se combinan los instrumentos tradicionales y los arreglos clásicos. Un disco bonito, agradable y también muy alejado de los conceptos "folk modernos" (abiertos al mundo, al mestizaje y a la modernidad musical) de artistas como Kepa Junkera o Jose Antonio Ramos.
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