Se han salido.
Lo cierto es que resulta bastante difícil definir su música, pues tiene cantidad de talantes diferentes que pueden referirte a varios grupos, aunque se las arreglan para darle a todo un punto de vista bastante personal y emotivo que rehuye los convencionalismos en un disco que oscila entre lo muy bueno y lo excelente. Lo que en él vas a encontrar es, sobre todo, delicadeza y un montón de detalles en todos los instrumentos, con cambios abruptos hacia partes más vitaminadas y pequeñas tormentas a las que siguen calmas casi dolorosas. Las guitarras son lo más brillante del disco, derrochan imaginación y ese toque de reverb les da un cuerpo muy especial, pero no se puede olvidar la enorme clase que demuestra David en la batería, con un motor así ya se puede. ¿Te gustan las melodías inquietantes? Pon lo que para mí son dos de los mejores temas, “Grey” y “Four Nights Of A Dreamer”, si bien destacar canciones en un discazo como este parece casi pecado.
Hay muchos que han intentado lo mismo y se han quedado a medias, pero A Room With A View han logrado su objetivo con holgura llevando todas sus ideas a puerto con una dignidad y una calidad envidiable. No sé cuantas veces lo puedo haber escuchado durante la última semana, pero apostaría a que han sido más de dos diarias. Y todavía sigue conservando todo su innegable atractivo. Memorable.
Comentario por: Jorge X.
Be the first to comment