Una exquisita organización para un festival que está creciendo desde la modestia, en ésta, su tercera edición, ofreció un puñado de buenas formaciones de uno de los géneros más sólidos: el metal.
Con esta tercera edición, parece que el Milwookis Metal Fest empieza a consolidarse como festival, digamos… grande. Mientras que en anteriores años, el evento se nutrió básicamente de grupos de la región, esta vez los organizadores han lanzado un órdago trayendo a bandas relativamente conocidas en el territorio nacional. Eso sí, sin perder la esencia inicial de este proyecto que, ante todo, es una forma de ofrecer la oportunidad a nuestros grupos de darse a conocer a un público más amplio.
Los míticos Karonte se encargaron de abrir fuego, algo que llamó bastante la atención, más que nada por la veteranía de la banda respecto a otras del cartel. Hacía muchos años que no veía a Los de Corrales en directo y tenía bastante curiosidad por ver cómo se las gastaban ahora… No defraudaron. Karonte dieron una lección de cómo se hace buen Death Melódico. Una mezcla entre In Flames y Amorphis hecha con mucho gusto e imprimiendo la propia personalidad del grupo por encima de las influencias. Destacaron “Ira” y “Ciego por ver”, pertenecientes a su último disco “Letargo”. Ahora sólo espero que Karonte consigan el reconocimiento que merecen… ¡¡¡que ya es hora!!!
Toumai fueron los siguientes de la tarde. Animaron mucho el festival con su nu-metal, aunque el concierto se hizo un poco monótono en algunos momentos. “No_humanos” sonó como un cañón, pero eché de menos unos de sus temas más conocidos: “Fobias”. La banda tiene unas partes más metaleras, incluso extremas, que se salen del nu-metal más convencional y es ahí donde Toumai se diferencian de otros grupos del estilo. En unos meses entraran a grabar lo que será su primer disco y espero que exploten ese aspecto más personal de su música. Mención especial a su cantante, Manu, usando muchos registros y todos bien. Además, es un frontman en toda regla, sabiendo cómo moverse sobre en escenario y meterse al público en el bolsillo.
Noesis es uno de los grupos cántabros que más está dando que hablar últimamente. Acaban de sacar su primer disco y ya han conseguido una sólida base de fans en Cantabria. Para que os hagáis una idea, Noesis hacen metal electrónico, en la onda de Rammstein o los últimos Paradise Lost. Fue el concierto en el que más gente se junto, además todo el público estaba entregadídsimo. A mí, personalmente, su música no me acaba de llegar, entre otras cosas, porque en este estilo es muy difícil innovar y hacer algo vagamente original. Tal vez por eso me resulta tan repetitivo, aunque hay que reconocer que tienen un par de temazos en su repertorio que podrían pegar muy fuerte. Desde aquí, ¡toda la suerte del mundo!.
Lo de The Eyes ya es tema aparte. Esta era la segunda vez que los veía y, si la primera ya me quedé con la boca abierta, después de ésta, puedo asegurar que son una de las bandas de metal más en forma de todo el país. Tocaron varios temas de su disco “Pursuing the misfortune”, destacando “Save us”, “Flames again” o “Bleeding before death”. También aprovecharon para presentar algunas canciones nuevas. Si los temas más antiguos tienen a At The Gates y el death melódico sueco en general como máxima influencia, en las últimas composiciones de la banda se puede apreciar un regusto al metal más clásico, como Iron Maiden, pero sin dejar a un lado la parte más extrema de su música. Un diez para el concierto de un grupo que dará mucho que hablar en el futuro.
Runic me decepcionaron enormemente. Aunque ya escuchando sus discos me había hecho una idea de lo que podían ofrecer en un escenario, su concierto hizo aguas en muchos sentidos. Primero, por el sonido… y eso que llevaron a su propio técnico. Una bola de ruido continua en la que había que hacer virguerías auditivas para entender algo. En el aspecto musical, tienen grandes momentos, sobre todo algunas partes que recordaban claramente a In Flames, pero cuando meten esas partes más “folkies”, con flautas… bufff… eso lo saben hacer bien muy pocos grupos y creo que Runic no son uno de ellos… El espectáculo me resultó un tanto “pachanguero” en algunos momentos. Lo mejor de su actuación fue la versión de “Raining blood” de Slayer. Con eso lo digo todo.
Y llegó el gran momento… El turno de Skizoo. La apuesta del festival este año, un grupo de renombre y grande a nivel nacional. Me encantaban Sôber, me encantaban El Fantástico Hombre Bala… Pero Skizoo no me acaban de entrar. Su disco me parece hecho totalmente a retales, pero en su favor hay que decir que mejoran encima de un escenario. Hicieron una versión muy buena de “Shout” de Tears For Fears y el final de concierto con su single “Renuncio al sol” animó mucho al personal. Concierto correcto y poco más.
Ya para acabar, me gustaría destacar la exquisita organización del festival. Ya les gustaría a algunos festivales de los “grandes” hacer las cosas tan bien como lo hizo esta gente. ¡¡¡ENHORABUENA!!!. ¡¡¡Nos vemos el año que viene!!!
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