Un luchador nato, que ha ampliado su área de trabajo desde lo artístico hacia otras tareas que le permiten vivir de la música y lograr que sus canciones lleguen al público.
Daniel Cros es un músico y compositor catalán, que comenzó su andadura artística a principios de los años 80 como miembro del grupo Brighton 64, legendaria banda mod que fue precursora de Matamala.
Ya fuera de la banda, y varios años después, se interesó por la música más allá del rock y comenzó a combinar sus estudios universitarios con los musicales, tiempo después deja atrás varias formaciones de vida efímera y en 1989 asiste a un seminario sobre música afro-cubana, samba y jazz.
Este hecho puntual abre definitivamente sus ojos y le orienta hacia nuevas vías de expresión musical.
Ya en los 90 edita su primer álbum en solitario, “Angel Venido a mí Ventana” (1994). Después vendría “Una de Cal y otra de Arena” (1998) y “Por Arte de Magia” (2000), éste último fruto de la experiencia adquirida en un intenso viaje a Cuba.
Su nuevo disco se llama “Aire de Mar” y se ha editado recientemente por su propio sello Rosa Azul Ediciones.
Esta es otra faceta especialmente importante en la actividad musical de Daniel Cros, pues desde finales de los años 90 se decidió a aventurarse en terrenos más allá de los puramente artísticos. Así primero montó el estudio Silenci, donde grabó su segundo disco, y después afrontó la aventura “Rosazul”, una empresa que se desarrolla en tres frentes: Rosazul Discos, sello discográfico, Rosazul Concerts, conciertos, y Rosazul Estudi, estudio de grabación.
En la siguiente entrevista nos cuenta todos los detalles de su nuevo álbum y también de esas otras facetas empresariales en las que trabaja.
Fuiste miembro de Brighton 64… ¿Cómo recuerdas aquella época?
Muy excitante, todo era nuevo para mí (tenía 16 años): el local de ensayo, los conciertos, los medios. Lo recuerdo como una época muy emocionante, con mucho movimiento, despertábamos muchas cosas entre la gente, era un continuo ir y venir.
Además actuasteis en Madrid, en el Rock Ola… ¿Existía realmente la “movida” o esa época está “exagerada”?
La actuación en Rock-Ola fue una experiencia intensa: nada más llegar a Madrid, como íbamos con chaquetas de colores dando el cante nos paró un coche de la Guardia civil y nos acabaron soltando cuando comentamos que nos esperaban para una entrevista en Radio 3 (en el Diario Pop).
Lógicamente el paso del tiempo crea una aureola entorno a los recuerdos pero sí fue una época muy creativa y loca, era MacNamara contra Cortefiel: el contraste era intenso.
Luego formaste parte de otros grupos durante los 80… ¿qué nos puedes contar de esas formaciones?
Tuve dos grupos de pop-rock: el Clan-Destino que tenía aires de Cure, Jam y algo sesentero con el que actuábamos en Zeleste y en otras salas de Barna y El Instante, que duró poco tiempo.
A finales de los 80 empiezas a descubrir la música cubana y brasileña… ¿En aquellos momentos te parecía algo natural o “extraño” que estuvieras viajando desde el rock hacia esas músicas?
Al terminar la carrera (de Historia) tuve un cambio personal y empecé a hacer más vida diurna que nocturna empezando a estudiar en el Taller de Músics formándome como músico profesional. El contacto con la música latina vino a raíz de un seminario con Guillermo Céspedes del Conjunto Céspedes en el Taller y de un viaje posterior a La Habana adonde fui a conocer de primera mano los ritmos afrocubanos. 2 discos me impactaron especialmente: “Graceland” de Paul Simon y “Rei Momo” de David Byrne, aunque mucho antes, como fan absoluto de los Clash que fui, ya me gustaban las pinceladas latinas de “London Calling” y de “Sandinista”.
Tu primer disco en solitario, “Angel Venido a mi ventana”, se publicó en 1995. ¿Cómo ves ahora, doce años después, esa grabación?
Fue mi primer proyecto como solista y supuso un gran aprendizaje porque escribí los arreglos, dirigí a una veintena de músicos y financié, produje y edité el disco con mi sello. Después de moverlo por varias discográficas y no tener la respuesta que buscaba, como nos ha pasado a tanta gente, decidí que no iba a depender más de nadie para arrancar mi proyecto y que mi camino en la música dependía de mí y monté mi propia empresa, Rosazul.
En el 97 editaste otro álbum… “Una de Cal y Otra de Arena”… ¿Llevaste esos dos discos al directo? ¿Pudiste “moverlos” en condiciones?
Con mucha dificultad. Sí los presenté en directo pero de forma esporádica. Los conciertos con mayor continuidad llegaron en el 2000 con el tercer disco, “Por arte de magia” cuando una manager de Madrid se interesó por mí y lo pude presentar en condiciones en las Sedes de la SGAE de Barcelona, Valencia y Madrid.
En el 2000 publicas “Por Arte de Magia”, que recogió buenas críticas y que nació tras una temporada en Cuba… junto cuando la música cubana se ponía de moda en todas partes… ¿Cómo fue tu estancia en Cuba? ¿Pudiste investigar la música y estudiarla con los músicos de allí?
Sí, mantuve contacto con músicos locales que se ganaban la vida enseñándole a los güiris a tocar el bongó porque no podían obtener permiso para salir e irse de giras. Conocí también la formación que adquiría la gente en la ENA, mucho más sólida que la que yo había recibido en España. Quise que fuera un viaje de estudio más que turismo y me inscribí en el Conjunto Nacional Folklórico para estudiar los ritmos afrocubanos básicos: el yambú, el guaguancó y la columbia.
¿Esta “moda” de la música Cubana te influyó de alguna forma o fue pura casualidad que coincidieran en el tiempo?
Bueno, la música latina ha estado muy presente en Barcelona desde los años 70 en las salas y en las fiestas, aunque durante los 80 y 90 mi corazón era pop y no bebía de esas fuentes.
Sí creo que este revival me acercó a esta onda pero como me cogió ya habiendo estudiado música, me interesé por los patrones de los diferentes instrumentos de percusión: la clave, la maraca, el güiro, la conga, la paila, etc. y por los diferentes ritmos afrocubanos, más que conformarme con añadirle un tumbaito de piano a un estribillo.
Ese álbum lo registraste al regresar… ¿sopesaste en algún momento haberlo grabado allí con los músicos de allí?
No, quería hacerlo en el home studio que tenía por entonces, con tranquilidad y con compañeros de la escuela.
¿Quisiste ser fiel a la música cubana o simplemente utilizarla para tu forma de entender la música?
Sí me parece importante respetar los palos originales: lo que es un tango es un tango, o un bolero o un son. Está bien experimentar o fusionar pero con los cimientos bien estructurados y eso procuro respetarlo gracias al buen hacer de la gente con la que colaboro.
Este disco se publicó con Rosazul, que es una empresa nacida de tu iniciativa… ¿Cómo se lleva lo de ser “artista” y a la vez “profesional del negocio musical”?
Regular: el arte y la gestión son dos dinámicas diferentes, de difícil convivencia, la lucha para mí es encontrar el espacio mental abierto para componer, escribir, lejos de las subvenciones o los temas técnicos.
¿Con qué artistas habéis trabajado, o trabajáis actualmente, en Rosazul?
Rosazul tiene 3 frentes abiertos: el estudio, la agencia y la distribuidora digital.
Respecto al estudio, Manolo García estuvo el mes pasado con toda la banda, Orishas, Omar Sosa, Miguel Poveda, Ibrahim Ferrer, los Rebeldes han grabado con nosotros.
Sobre la agencia (Rosazul Concerts), seguimos una línea de músicas del mundo y jazz y representamos a Afrika d´Ivori, Lluis Coloma, Krokodillos, la Big Band Jazz de Terrassa, entre otros.
Sobre la distribuidora digital, MUSICDLD.COM, distribuimos diferentes sellos y producciones independientes (Harmonia Mundi: Miguel Poveda, Ginesa Ortega, Marina Rossell, World Village, Columna Música, Quadrant Records, Taller de Músics a los principales servicios de internet como Itunes, Msn Music, Rhapsody, Emusic, Telefónica, etc.
Tenemos un catálogo de 3.000 canciones de todos los estilos.
Ahora acabas de publicar “Aire de Mar”… ¿Qué significa para ti este disco dentro de tu carrera?
Con “Aire de mar” siento que he alcanzado una madurez como compositor e intérprete y que he podido hacer el disco que quería gracias a encontrar los músicos adecuados en el momento preciso. Siento que he dado lo mejor de mí en todos los aspectos y que me identifico con el resultado, también porque me involucro al 100% en el proceso al dirigir la producción, encargarme del diseño gráfico y cuidarme de la edición.
¿Qué nos puedes contar de los músicos que han participado contigo en la grabación?
Lo que es el grupo base del disco (2 percusionistas, contrabajo, piano y trompeta), que es la formación que llevo en directo, son músicos cubanos afincados en Barcelona, con una larga trayectoria. Hemos podido hacer un trabajo de conjunto, trabajando los temas a fondo y aportando cada uno su bagaje y sus ideas.
¿En que momentos has compuesto las canciones de este disco?
La mitad de los temas en estos últimos 2 años, la otra mitad son temas que ya había grabado y he buscado versiones diferentes.
¿Hay alguna canción en el nuevo álbum que tenga para ti un significado especial?
“La rosa azul” que es para mí con la que me identifico totalmente y que supuso la primera piedra filosofal de mi empresa, Rosazul. Aunque en la imaginería poética la rosa azul simboliza lo imposible; lo que nunca jamás podría conseguirse, para mí es precisamente lo contrario: un proyecto empresarial sólido (¡espero!).
¿Estas trasladando estas canciones al directo? ¿Dónde te podrán ver nuestros lectores?
Hemos cerrado la presentación en Luz de Gas para el mes de febrero, hay muchas otras fechas que se concretarán de aquí a fines de año que actualizaremos en la agenda en www.danielcros.com.
¿En qué circuitos estás “moviendo” tu nuevo álbum? ¿Existen medios… revistas, emisoras… o tiendas especializadas… donde puedas “contactar” con tus potenciales oyentes?
El disco está a la venta ya en los principales portales de Internet: Itunes, Rhapsody, Fnacmusic.com, etc.
El disco se editó a finales de septiembre y lo hemos empezado a mover en las ferias del Womex y Mercartes, a través de contactos que hemos ido desarrollando y en enero iremos al Midem. Han aparecido críticas ya en Clave Profesional, en Showpress, Showorld y en el Diario Avui y siento que va por muy buen camino.
Tú diriges tu propio sello independiente… y nosotros hacemos una publicación desde la independencia… y conocemos a un montón de gente con planteamientos similares haciendo programas de radio, montando grupos, sacando adelante pequeños sellos… Gente con mucha ilusión y que vence muchas dificultades por un amor “limpio” por la música… ¿Qué te sigue impulsado a ti después de tantos años, y suponemos que también con muchos sin sabores, a seguir resistiendo y apostado por la música como “arte”?
Dedicarme a lo que me gusta y disfrutar en diferentes facetas: como artista, manager, productor, diseñador, escritor de canciones…
Si no te importara la música como “arte” y solo tuvieras tu sello y estudio por dinero… ¿Serían soportables esas dificultades?
Para mí no. No trabajo con karaokes ni con música basada en la publicidad, sino con música hecha de sentimientos, de emociones, de movimiento, de personas, de experiencias…
Y nada más… salvo desearte mucha suerte y dejarte espacio por si deseas añadir algo más…
Gracias a vosotros por la entrevista.
Si os interesa contactar, nuestros emails de contacto son:
estudi@rosazul.com para el estudio
concerts@rosazul.com para la agencia
info@musicdld.com para la distribuidora
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 22 (sección: Entrevistas).
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