Un proyecto de singular belleza, en la que músicos árabes se remontan a la etapa pre-islámica para inspirarse. Textos de históricos con músicas creadas hoy en día.
Abid Bahri, compositor, Samir Bendimered, arreglista, y Addi Yahya, dirección artística, son los líderes de Qayna, un proyecto musical que parte de la inspiración de las “qaynas” históricas.
Se trataba de mujeres que en la época anterior a la implantación del Islam en el norte de áfrica se cultivaban, aprendían música y canto, cuidaban su estética y viajan por los pueblos y mercados, viviendo de sus bailes y sus canciones. A la vez se dedicaban al servicio cortesano, trabajando para nobles y adinerados. Formaban una clase social y fueron una de las muestras musicales más brillantes de aquel tiempo en aquella zona.
Qayna intenta retomar aquel arte y para ello se han investigado y rescatado textos históricos. Pero dado que no existen vestigios musicales, lo que se ha hecho es componer nuevas melodías inspiradas por éstos.
Las voces femeninas están protagonizadas por las cantantes Naziha Meftah, Laîla Amezian y Anissa Rouass. Y Qayna está actualmente funcionado como espectáculo musical, que está recorriendo varios países incluido el nuestro, y como conjunto para la grabación en estudio, faceta en la que han publicado el álbum “Envol”.
Todos los músicos participantes son de origen árabe, aunque están asentados en Bélgica.
El director artístico de Qayma, Addi Yahya, contesta a nuestras preguntas:
¿En que país ha nacido el proyecto Qayna?
El proyecto Qayna nació en Bruxelas.
¿Qayna es un proyecto puntual para el espectáculo en vivo y el disco “Envol” o continuará existiendo en nuevos espectáculos y nuevos discos?
Qayna es un concepto de trabajo y de creación que se articula sobre la temática del encuentro, encuentro entre músicas, entre personas. También entre los textos y los intérpretes de los textos, Qyana es pues un proceso donde el proyecto “Envol” no es más que la primera etapa.
¿Son todos los textos y melodías piezas históricas?
Los textos de este proyecto son de entre el siglo quinto y el decimosegundo. Por el contraio la música es nueva, inspirada eso sí por los propios textos. Abid Bahri nos hizo unos frescos musicales contemporáneos partiendo de los textos antiguos.
¿Habéis intentado ser fieles a la forma en que las Qayna históricas cantaban?
No soy fiel por naturaleza. En el proyecto Qayna, hay cierta fidelidad en relación al texto, pero una infidelidad en el imaginario de la interpretación. Nuestro trabajo no tienen en absoluto el propósito de ser una película documenta ya que se trata de una ficción o interpretación.
¿Cómo es vuestro espectáculo en directo?
Nueve músicos y tres cantantes proponen un viaje musical y visual a través del tiempo y el espacio. La construcción del espectáculo evita la monotonía y la repetición, pero mece al público a veces con melodías suaves del extremo oriente, a veces con locuras llenas de ritmo de colores africanos. Qayna quiere ser rebelde con respecto a las tradiciones estéticas árabes y propone un nuevo enfoque mestizo.
¿Cuántos cantantes y músicos dais vida a Qayna?
En los primeros contactos con los intérpretes pusimos el acento y la exigencia sobre dos puntos importnate: a) la intuición; b) la interpretación.
Cada artista interpreta a su manera, según su sensibilidad y su personalidad, con pleno derecho. El proyecto se vuelve así plural y múltiple a la vez.
¿Habéis realizado vuestro espectáculo en algún país árabe?
Todavía no; pero es uno de nuestros mayores deseos:
¿Tenéis pensado actuar en España?
Lo pensamos y esperamos.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 22 (sección: Entrevistas).
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