Un concierto grabado el pasado verano en el festival de jazz de Collado Villalba, con un repertorio de temas clásicos interpretados por una voz llena de belleza y sentimiento.
Para los que disfrutamos con pasión de la música, un placer adicional es encontrar que el disco que acabamos de comprar cuenta con una buena portada, una buena carpeta y unos buenos créditos.
Por ahí es por donde se puede empezar a disfrutar, ¡y de qué manera!, con este álbum de Donna Hightower que ahora comentamos.
En un pequeño libreto de dieciocho páginas se explican los orígenes de Donna Hightower… Nacida en una pequeña ciudad del estado de Missouri en los Estados Unidos, dentro de una familia de apasionados por la música y con una talento natural que demostró desde muy niña.
En el libreto se recorre su juventud, su traslado a Nueva York y el golpe de suerte que le llevo a grabar un disco destinado a Dinah Washington, una grandísima cantante pero insoportable diva.
También se relatan sus periodos en Europa, su larga estancia en España y su vuelta a los Estados Unidos…
El caso es que es terminar de leer ese texto, lleno de jugosos detalles, y ya se sienten dentro unas ganas increíbles de "pinchar" el disco y disfrutar de la música… En el libreto tras ese texto vienen uno "formal" del alcalde de Collado Villalba y otro emotivo y emocionado de Luis Lapuente, excelente periodista musical (que además ha influido en la forma de entender el oficio en buena parte de los que hacemos La Factoría del Ritmo), quien es el director del Festival Vía Jazz, en cuya programación de éste año se registró ésta grabación en directo.
Donna Hightower además de una grandísima cantante es un persona muy sencilla y cercana, en su sentido más positivo, algo que se aprecia con las frases que suelta entre tema y tema, pero también se siente al escucharla cantar (llena de belleza, sensibilidad y humildad) e incluso se "nota" en la elección del repertorio.
El disco fue grabado el 5 de julio del presente año. La cantante se hizo acompañar de Horacio Icasto, pianista y director musical, Fomán Filiú, saxo alto, Yelsi Heredia, contrabajo, y Noah Shaye, batería, además de contar con la voz de su joven alumna, la cantante Denia Rigley en dos temas.
La grabación cuenta con once cortes, con una selección "amable", llena de estándares y temas muy conocidos. Así se incluyen canciones como "Georgia on my Mind" (habitual en su repertorio e interpretada por infinidad de otros cantantes), "Lullaby of Birdland" (la conocidísima pieza compuesta por George Shearing), "Bye, Bye Blackbird" (de Mont Dixson y Ray Henderson) o "Cheek to Cheek" (de Irving Berlin).
En estas canciones, como en la mayoría de los temas incluidos, predomina una forma de cantar muy jazz, en un sentido clásico, pero con una tensión marcadamente apacible y cálida, que le acerca al soul… fácil de absorber y sentir (tanto en las baladas embelesadoras, "The Nearnest of You" o la blusera "Please send me someone to love", como en los temas más marchosos). Además se incluye la canción tradicional "Amazing Grace", un gospel donde Donnah muestra otro estilo donde su voz se mueve de forma magistral.
El último corte del disco es "Para ti", una canción acappella en español, compuesta por Donna Hightower (junto a Diana María Linkletter) y que supone un dulce postre para finalizar el concierto.
En total, este cuarto volumen de la colección "Jazz en España" ofrece una grabación memorable, llena de canciones clásicas (no solo de jazz), interpretadas por una voz maestra, de una mujer que a sus 80 años transmite entusiasmo por la vida y un gran cariño por su público.
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