Sus discos les hacen valedores de un lugar destacado dentro de nuestro Hip Hop y sus conciertos lo ratifican. Actuaron en Santander, el pasado cuatro de Enero, con solvencia sobre las tablas y una admirable capacidad para conectar con el público.
Dentro de las actividades culturales celebradas de forma complementaria a la feria Juvecant, organizada por el departamento de Juventud del Gobierno de Cantabria y dirigida a la infancia y la juventud, se realizó una batería de conciertos con los que se cubrieron diversos estilos dentro de la música juvenil.
Se optó por nombre ajenos al circuito descaradamente comercial y desde luego su elección revela buen gusto: Gary Louris, Nacho Vegas, Sr. Chinarro, Dead Capo, François Breut (que acaba de estrenar un excelente álbum, “Une saison volée”, pero que tuvo que ser sustituida en el último momento por el cantautor Quique González) y Solo Los Solo. Si bien se puede criticar que dejaran fuera muchos otros estilos musicales y en concreto al heavy metal (o al metal en general), un género con gran tirón y que también es ajeno al ámbito plenamente comercial (¿les asustaría la “dureza” del género? ¿la supuesta mala fama de su público?… ya veremos en próximas ocasiones).
La Factoría del Ritmo pudo cubrir el concierto de Solo Los Solo, que se realizó en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria, en un amplio salón de actos, que resultaba extremadamente cómodo y con una buena visibilidad y sonido (tal vez un poco “alto” para la cantidad de público congregado), si bien se hacía extraño eso de disfrutar de un concierto de rap sentados… aunque hubo quien se puso de pié y se echó al pasillo a bailar.
El concierto comenzó con muchísimo retraso… Cerca de dos horas, que según las disculpas del grupo, educadas y creíbles, se debió a un retraso en el vuelo que les traía desde Barcelona hasta la capital cántabra.
Una extensa introducción de Griffy calentó al público, a base de funk lleno de sabor, bien entrecortado, scratcheado y manipulado con dos “platos” Numark de la serie CD-X, o lo que es lo mismo, dos reproductores de CD que simulan de forma bastante convincente a platos reales (incluso incorporan un vinilo real en su parte superior) y que además disponen de sampler entre otras sorprendentes capacidades.
Estos dos aparatos, junto con la mezcladora y un multiefectos externo, fueron dos herramientas a las que el DJ sacó un excelente provecho durante toda la actuación… además de usarlos para lograr los elementos musicales que podía haber hecho con unos platos reales, realizó “trucos” imposibles con aquellos y que mostraron las innovadoras posibilidades expresivas de estos nuevos aparatos.
Junto a él pronto saltaron al escenario Juan Solo y Bass Basilio. Entre los tres demostraron ser un equipo muy bien conjuntado, capaz de conectar con el público, de moverse sobre el escenario con naturalidad, convicción y una sencillez muy destacable… Coordinación en los movimientos, ajuste total en las rimas y una gesticulación en las canciones que añaden salsa sin saturar ni de lejos. Hubo momentos para bromas, para la participación del público y para sorprendentes trucos… Como los rapeos a bajas revoluciones (bajando la velocidad de los discos y las voces simulando perder velocidad) o el directo parón… Permaneciendo los tres “clavados” como estatuas durante un par de minutos y sin música… ¿cuántos grupos lograrían aguantar momentos como ese?.
El repertorio se centró en sus dos últimos discos, respetando parte de las bases musicales originales de las grabaciones publicadas y en parte alterándolas, sobre todo modificando las pertenecientes a “Quimera”.
Las voces invitadas de sus discos las suplieron alterando ligeramente las estructuras de las canciones o cambiando las rimas… por ejemplo en “Almas al desnudo” sustituyen la parte de Tremendo por el rimado que Juan Solo hace en el tema “Desaprender” del disco de Eddine Saïd.
El concierto fue extenso, por encima de la hora y media, aunque se pasó en un suspiro… Además hubo un buen bis y el público, que rondaba las 200 personas (es una pena que a un concierto como este, además gratuito, no acudiera mucha más gente), se marchó satisfecho de haber asistido a un magnífico concierto de Hip Hop.
Solo Los Solo es un gran grupo, que en disco suenan muy bien, y que en directo demuestran estar a la misma altura de sus grabaciones en estudio. Algo posible por una combinación de talento y de trabajo entusiasta con la que logran conectar con el público Hip Hop y también con aquel no estrictamente vinculado a esa corriente cultural.
No te pierdas la galería fotográfica: “Solo Los Solo – Concierto en Santander – 07/01/2006”.
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