Buitres: Saltando el charco

Buitres: Saltando el charco
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Observaciones: Fotos por cortesía de Grupo Pinball

Nos encontramos ante una de las bandas más importantes de Uruguay, con éxito en otros países de su continente y que poco a poco está intentando conquistar a los seguidores al rock de este lado del Atlántico.

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Buitres son una de las bandas más importantes de Uruguay, formada en el año 1989 por parte de la formación de los legendarios Los Estómagos, otra gran banda que marcó un antes y un después en el rock de Sudamérica.

La formación inicial correspondía a Gabriel Peluffo (bajo y armónica), Gustavo Parodi (guitarra y voz), Marcelo Lasso (batería) y Jose Rambao (“Pepe”; bajo y voz). Actualmente la banda está formada por Gabriel Peluffo, Gustavo Parodi, Coco (batería) y Jose Rambao.

En todos estos años han publicado un buen puñado de discos, doce en total, y han calado ampliamente entre el público de su país y también en el de algunos otros países de su continente, con actuaciones multitudinarias y una legión de fieles seguidores.

Recientemente se ha publicado en nuestro país “En la vuelta”. Una pack, CD más DVD, en el que se repasa su carrera discográfica y que sirve de carta de presentación de la banda, si bien ya han actuado en diversos momentos en nuestro país en los últimos años.

Un interesante grupo que puede enganchar a todos los aficionados al rock en español del viejo continente.

Pepe Rambao, su bajista, contesta a nuestras preguntas:

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• Aunque sois una banda de renombre en Sudamérica, en España estamos empezando a conoceros, por lo que nos gustaría ir desvelando a nuestros lectores quienes sois… Según la información de vuestra web, los actuales miembros de Buitres formabais parte de Pepe, pepe y pepe, Alvacast… y los Estómagos. ¿Qué nos podéis contar de las dos primeras bandas?

Las experiencias de los integrantes actuales de Buitres se pueden resumir de esta forma. En cuanto a los tres fundadores (Parodi, Peluffo, Rambao), Gustavo Parodi formó diversas bandas a comienzos de los ochenta, una de ellas The Vultures (Los Buitres) nombre que origina el de la actual banda, y en el año 83, junto a Gabriel Peluffo forman Estómagos. Pepe Rambao en realidad no había participado en ninguna formación, de ahí la referencia en el sitio a modo de ironía por su falta de credenciales, de haber tocado consigo mismo (Pepe y Pepe); la primer actividad de Pepe Rambao fue con Estómagos, oficialmente durante el año 88, previo a la disolución de esta banda, tomando a su cargo el bajo durante varias actuaciones, fundamentalmente debido a su conocimiento de la banda, su presencia en la interna de la misma y su actividad informal con Parodi y Peluffo en la creación de temas en ese período, temas que luego fueron parte del repertorio de Buitres. En cuanto a Alvacast, banda a la que perteneció Jorge Villar, esta fue una de las bandas de heavy metal más importantes de sudamérica durante los ochenta, si bien no alcanzó el éxito de otras como Rata Blanca, Pantera, etc. Sin dudas, la más fiel a su estilo en el área del Río de la Plata, con mucho suceso en Chile y actualmente una banda de mito cuyo material es altamente codiciado al punto que se ha reeditado parte de su obra en Brasil en álbumes dobles en formato vinilo.

• Y Los Estómagos está considerado el precedente directo de Buitres… una banda que obtuvo gran éxito. ¿Qué nos podéis contar sobre los Estómagos?

Estómagos fue la primera banda de punk rock de sudamérica, sin duda alguna. Surgidos en el duro final de la dictadura militar uruguaya, en medio del resurgimiento de viejas y/o tradicionales corrientes musicales uruguayas, mayormente aglomeradas en lo que se conoció como canto popular (diversos músicos y grupos que retomaban el folclore uruguayo y montevideano o exploraban nuevos caminos en ellos). Estómagos fue la propuesta menos esperada musicalmente, sin credencial alguna, sin referencia alguna al rico pasado del rock uruguayo en los sesenta (Shakers, Moonlughts, Delfines), sin ningún contacto con los ritmos tradicionales ni con el decir habitual de nuestros compositores, aún con respecto al rock, aún con respecto a las pocas bandas de rock que surgían a fines del 82 y que mayormente seguían el paso del rock argentino. La primer etapa de Estómagos, años 83 y 84, chocó contra todo lo conocido y gran parte de lo conocido y quien lo hacía, así como el público en general, sintió ese impacto. La persistencia, el convencimiento y la creación mantuvieron a la banda que se fue abriendo paso lenta y duramente, pero jamás conocieron un paso atrás no solo como banda sino con respecto a su público original, con respecto a casi todo el espectro de músicos de otras generaciones y estilos que reconoció la profunda honestidad de la música y los textos, que aprendió que no todo pasa por el virtuosismo sino el poder de convicción de una canción o de un álbum entero. En los años anteriores, Estómagos editó cuatro álbumes (“Tango que me hiciste mal…”, “La ley es otra”, “Estómagos” y “No habrá condenado que aguante”). Cada álbum, cada año significaba una nueva propuesta porque la banda solo sabía el camino hacia adelante y no se descansó jamás en sus “hits”. Fue una banda que marcó su generación y las siguientes, por su música, por su honestidad, por su carisma como banda y la de sus integrantes. Desde hace muchos años, Estómagos es la banda de culto por excelencia en nuestro país, también lo es en Argentina, y aquí y allá es una referencia para las bandas que le sucedieron en el tiempo. Y no es de extrañar que se escuchen guitarras sonando como sonaba la guitarra de Parodi, o sus líneas melódicas, o las del bajo de Fabián Hernández, sin mencionar el estilo vocal de Peluffo, su presencia en el escenario y el enorme legado de sus letras que más allá de su valor propio, no pueden separarse de los seis primeros y difíciles años del retorno a la democracia y cómo se vivía y se sentía social y personalmente.

• Buitres nació en el 89, llamándose Buitres después de La Una y surgiendo tras la disolución de Estómagos… ¿Cómo fueron los primeros pasos de Buitres?

Los primeros pasos de Buitres fueron pasos en el desierto. La disolución de Estómagos en ese mismo año, se produjo en el momento más bajo del rock en los ochenta. Era el final de la movida que Estómagos había iniciado en el 83, que conoció su punto más álgido en el 86, con cien bandas tocando por todo el país en recitales de toda especie, los mega recitales con presencia de artistas internacionales intercalados con grupos uruguayos, muchos de los cuales solo duraron el momento. Y las credenciales de contar con tres ex Estómagos no pesaron o no podían pesar a nuestro favor en ese momento. De todos modos, nuestro espíritu no era extender lo anterior; ni siquiera queríamos llevar a cuestas el peso del nombre de Estómagos ni su sombra sobre nosotros, si bien se nos hizo notar duramente que no éramos lo mismo, mayormente la crítica intelectualoide. Pero nuestra idea era alejarnos del ceremonial mítico de Estómagos y ser una banda de rock and roll; dejar un poco de lado las influencias oscuras como Joy Division, el The Cure de 17 seconds o Porngraphy. Nos queríamos divertir, componiendo, tocando, grabando un disco; cero presión. Eso nos costó pero nos hubiera costado de todas formas, porque no existía infraestructura alguna para el rock, el público había emigrado nuevamente hacia lo extranjero, y nadie podía creer (o no conocían) nuestras versiones de Elvis, Fats Domino, Chuck Berry, y nuestras composiciones donde las guitarras podían sonar a Buddy Holly distorsionado con letras de tango. Nos llevó dos discos, álbumes, poder estar de pie y firmes y enfrentarnos con toda nuestra convicción ante la apatía de los medios, la bendita crítica intelectual, acompañados por un grupo creciente de público. Y sobre fines del 92, estábamos solos con nuestro público, bandas sobrevivientes de los 80 y las que surgieron en el 91, en medio de la nada o al borde de la nada. Y llegó el CD y grabamos lo que pensamos o nos dijeron que sería nuestro último álbum, “Maravilla”, y allí explotó todo, y logramos dos discos de oro en un año, triplicar nuestras actuaciones y recorrer todo el Uruguay y marcamos a fuego ese camino durante el 93 y 94, y pese a las dificultades recurrentes a las que nos volvimos a enfrentar entre los años 96 y 97, ya no podíamos ser “borrados del mapa”. El 98 significó un resurgimiento; tomamos todo lo que pudimos bajo nuestro control ya que nadie quería tomarlo y elaboramos nuestra primera edición independiente, y con un arduo trabajo, desde ese año hasta el presente, vivimos 7 años de giras constantes, espectáculos multitudinarios, llegando a todas las generaciones, tocando para nuestros contemporáneos, nuestros primeros seguidores y los hijos de ellos y a veces también para sus padres. Y en cada logro o cada vez que superamos lo insuperable, nos preguntábamos “¿y ahora qué?” y siempre encontramos ese “qué”, el paso siguiente. Solo seguir andando, siempre componiendo, siempre sobre el escenario.

• Vuestro estilo parece beber principalmente del rock clásico, pero tiene un punto de punk melódico… Me gustaría que nos hablaseis de vuestros gustos e influencias musicales…

Básicamente es eso, y esos fueron los fundamentos con los que iniciamos la banda. Ambas cosas por separado y ambas combinadas. Ramones y Jesus and Mary Chain (sus primeros tres álbumes) tuvieron que ver con eso, pero también los Beatles; es solo una cuestión de que tocas una canción donde la melodía es lo principal sobre una guitarra con la distorsión a tope. Todos compartimos el gusto por el rock de los cincuenta (lo cual nos llevó a los covers y a componer rock and roll, de tres acordes), los sesenta, el pop británico, Ramones, el punk directo (porque hay el que no es tal) y mucho, desde estómagos al presente, el rock español, fundamentalmente el de los ochenta. Eso combinado con una forma de decir propia de la banda que es una mezcla de cómo escribe cada uno de nosotros aunque la mayor parte de las letras las escribie Peluffo. Y tango, siempre tango. Puede no sonar a tango, puede no haber referencias directas, pero en el fondo está, es inevitable.

• Tenéis la barbaridad de trece discos publicados, que a lo largo de diecisietes años garantizan que conocéis a fondo el funcionamiento del rock en Uruguay… ¿Qué lugar ocupa el rock en la cultura uruguaya? ¿Existen buenas infraestructuras y seguidores fieles para los grupos de rock en vuestro país?

Desde el año 2002 estamos viviendo una explosión del rock que aún se sigue expandiendo. Cuando tocamos en solitario frente a trece mil personas al comienzo de ese mismo año, creímos que jamás volveríamos a ver tanta gente presente en un show de rock. En octubre de 2005 participamos en el festival Pilsen Rock en la ciudad de Durazno frente a 120 mil personas, y desde la primera fila hasta donde la vista podía distinguir, banderas y manos en alto y ese enorme coro acompañando nuestras canciones. Y esta suerte la están viviendo otras bandas, varias o muchas si se considera la población del país, su distribución, etc. La primera banda de rock que en este país ofreció un recital para más de cuatro mil personas fue Buitres en el año 93. En el 2005 lo han hecho cuatro bandas (Trotsky Vengarán, La Trampa, La Vela Puerca, No te va a gustar). La persistencia del fenómeno permitió la creación de infraestructuras, sponsoreos, avidez de organizar grandes recitales, la participación de las bandas uruguayos en festivales de la región o actuaciones frecuentes en Argentina, giras europeas y americanas para aquellos grupos relacionados con multinacionales. Pero lo más importante es que las bandas han creado su propia infraestructura y que existe gente (managers, agentes) capaz de cuidar de ellas con una actitud profesional, con el espíritu de hacer de su labor su vida, como nosotros el rock. También se ha creado una fuerte consciencia colectiva entre las bandas que no están distanciadas de modo alguno sino que periódica o puntualmente realizamos extensos encuentros para intercambiar pareceres sobre nuestra actividad con respecto al apoyo que debemos recibir de quienes deben proteger nuestros derechos como compositores, como intérpretes y, en definitiva, cuando nos hemos sentido sin protección, hemos tomado nosotros las armas. Este es un momento excepcional en la vida artística del país, muy especialmente para el rock. Debemos fundar fuertes bases y proteger las existentes para que se pueda continuar porque la historia nos ha enseñado, no solo a quienes hace 18 o 22 años que estamos en esto, sino a las bandas más jóvenes, que las discográficas, los suplementos y las audiciones de rock, las salas y los grandes festivales, todo pasa, y es uno el que queda y debe comenzarlo todo de nuevo. Esperemos que esto no suceda, pero jamás vamos a perder ese sentimiento de que en el fondo, lo hacemos “a pesar de.”

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• También habéis tocado con frecuencia en Argentina, donde se publican vuestros discos y contáis con muchos seguidores… ¿Existe un frecuente flujo de bandas y discos entre los dos países?

Actualmente se ha intensificado ese intercambio, gracias a factores que empiezan con la labor de las bandas uruguayas, la difusión que se obtiene de una forma u otra, y el apoyo que brinda esa infraestructura propia de cada banda. El management uruguayo está mucho más relacionado con el argentino que antes o, quizá es que todo cae por su peso, y ya no se puede ignorar que en Uruguay hay un movimiento de rock que proporcionalmente con respecto a su población, supera al de cualquier país de la región y además, la calidad de sus bandas. Buitres ha participado puntualmente en Argentina, no en medio de un plan de entrar en el medio. Hemos tocado desde el Cosquín Rock como banda invitada a la apertura de los quince años de Attaque 77. El flujo existe, es muy fuerte ahora, mucho más que en las décadas anteriores. Nosotros creemos, o quien escribe cree que en la medida que el público argentino se aleje de la búsqueda de estereotipos y de clonaciones, Buitres puede tener su oportunidad, no el gran golpe sino aflorar como lo que somos, un clásico (lo cual no es la gran cosa pero tampoco es malo). Nos gusta estar al día en detalles técnicos, en el cuidado de nuestras producciones, en tener en claro que no solo lo espontáneo de nuestra creatividad puede ser suficiente por sí mismo sino que requiere estar alerta para optimizarlo, peor no creemos en la moda, no creemos en las culturas ni las sociedades iconoclastas. Pero, son tiempos de cambio. Esperemos. Las bandas, según nuestra visión, están hechas para tocar. Punto. Así que estaremos donde podamos, siempre.

• ¿En qué otros países de Sudamérica habéis tenido oportunidad de actuar?

Luego de Argentina, en Paraguay donde se vive un incipiente movimiento de rock, muy fuerte también. Luego tenemos las barreras de idioma con Brasil por lo cual nunca pensamos en ellos pese a que Estómagos realizó en el 89 una gira por el estado de Santa Catalina del Sur. Chile fue una opción hace muchos años, pero Chile se siente como un país cerrado para el resto de América del Sur, excepto para los Argentinos que con su poder de medios penetran donde sean. Venezuela es un país donde se realizan grandes e importantes festivales pero, nuevamente, a excepción de los Argentinos, está reservado como en Chile para los suyos y lo vinculado a multinacionales y en definitiva es la zona Caribe. Muy lejos.

• Ahora estáis intentando abriros un hueco en el corazón de los aficionados al rock en España… ¿Qué os ha llevado a realizar este “salto del charco”?

En nuestra primera gira la intención fue encontrarnos con uruguayos, en gran parte público de Buitres que ahora vive por toda España. Afortunadamente nos topamos con españoles que no solo disfrutaron con la banda sino que se dispusieron a editarla y dar su mejor esfuerzo para que Buitres toque en España para todo el público posible.

• En nuestro país habéis editado “En la vuelta”, una antología de temas importantes de toda vuestra carrera… Me ha sorprendido ver que no ha sido publicado con un sello discográfico, sino que la única “marca” que aparece es la de www.autoedita.com. ¿Se puede considerar un trabajo autoeditado por vosotros? ¿Con qué logística contáis para daros a conocer en España?

Es una edición de Auto Edita, de nuestro productor general en España, Xaime Casas quien ha hecho este gran esfuerzo de editar “En la vuelta” con el inusual contenido de un CD con 23 temas y un DVD con 6 vídeos; preferimos a muerte esto que cualquier marca o sello o discográfica porque Xaime nos está presentando, literalmente. La edición es como si te dijera “mira, aquí te quiero presentar, esta gente, son una banda de rock de Uruguay; estas son algunas de sus mejores canciones de los últimos cuatro años, también escucharás sus “clásicos” y además quiero que los conozcas personalmente en estos vídeos”. Eso sumado al increíble diseño de la gira 2005 y a la incansable labor que se está realizando para que los medios conozcan nuestro material, para que nos conozcan también de esta manera, a través de nuestras propias palabras más allá de los temas, es la mejor propuesta que pudimos haber recibido para realizar el sueño de tocar en España. Debemos sumar a ello el apoyo de idearock.com, el cambalachedelrock.com y de nuestro compatriota gallego, ex Alvacast, Gustavo Rea quien también ha participado y dado todo de sí desde la primer gira hasta el momento.

• En España ya habéis actuado en bastantes ocasiones en los dos últimos años… ¿Qué han resultado estas experiencias?

Nuestra primera gira fue una aventura; no fuimos a ciegas pero sí con riesgos y solo con nuestros antecedentes para ser presentados ante los uruguayos que allí residen o viven. Fue especialmente emotiva porque tocar en España fue siempre un sueño y no reciente; data de la era de Estómagos. Siempre pensamos que nuestra música y nuestras letras, por decirlo como un simplismo, podían ser mejor entendidas, y la banda misma también, en España que en Argentina. Sentimos una gran afinidad con el rock español, entendemos y sentimos su decir tanto como el nuestro o como el uruguayo que difiere mucho del resto de Sudamérica. O difería. Como sea, era un sueño y así lo vivimos, llenos de emoción solo por aterrizar en Barajas, por recorrer España de una punta a otra, porque Gustavo y Gabriel volvían a recorrer calles por las que habían andado veinte años atrás, otros porque los familiares más queridos habían estado allí o habían nacido allí, y el encuentro con nuestra gente. Por supuesto que de reojo estábamos atentos en caso de que algún español se interesara con nuestra música mientras tocábamos sintiéndonos como en nuestro país, sobre el escenario tal cual lo hacemos acá; en salas pequeñas o medianas, las que conocemos tan bien y sin menospreciar los grandes festivales, las preferimos a estos. Y encantados de cargar con nuestros instrumentos y equipajes caminando quilómetros para llegar a un hostal y allí cuatro pisos por escalera con todo a cuestas y a las pocas horas salir a toda prisa a la sala y empezar el show a los pocos minutos y así cada día. Porque esa siempre fue nuestra forma de sentir al grupo. Componer, grabar, solo con el fin de tocar y para ello, lo que haga falta. Así quisiéramos vivir siempre, cada día de un lado a otro, de una ciudad a otra.

La segunda gira tuvo la enorme diferencia de la planificación realizada por Xaime que nos dio la oportunidad de poder vivir todo con la misma alegría pero más confortablemente, mucho más, de modo que los cinco últimos shows fueron en cinco días seguidos en ciudades separadas no a menos de 450 quilómetros cada una, viajar, llegar y tocar. Y para eso las condiciones de transporte, alojamiento, todas las ventajas que se nos pudieron ofrecer hicieron posible que realizáramos cada show con la misma intensidad, la intensidad que necesitamos sobre el escenario para sentirnos a gusto. Y claro está, la edición de En la vuelta que fue sembrar más profundo. Y en buena hora porque esta vez el público no fue solo uruguayo, y la buena respuesta también llego del público local, incluso de los encargados de las salas. Y esta enorme expectativa que vivimos ahora mismo de poder volver y poder seguir yendo y que la emotividad permanezca y que los uruguayos continúen apoyándonos allá, pero que podamos lograr la mayor aceptación para los españoles. Ese sí es un gran sueño y creemos que está en marcha, se está haciendo todo lo posible y como siempre, si nos llaman, allí estaremos.

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• ¿Se nota una diferencia en la forma de disfrutar el rock en directo entre Sudamérica y España?

Sobre el escenario, el antes y el después; lo hemos vivido como en Uruguay, o aún mejor porque nos recuerda nuestros comienzos, estamos abriendo la brecha otra vez y no importa cuán lejos; es como hacerlo en casa. No podemos obviar que la presencia de uruguayos en los recitales es un factor que nos permite estar en el escenario con gran soltura, con gran comodidad, y que ello implica que existe de antemano una sabida complicidad entre la banda y el público presente. Pero no tenemos la menor duda de que lo haríamos aún si no fueran así las condiciones. Nos sentimos muy a gusto en un medio tan profesional, concepto que incluye un gran respeto hacia la banda y eso lo tenemos en nuestro país y fuera de él lo hemos encontrado en España, en su mejor expresión. En nuestras expectativas consideramos el hecho de volver a tocar allí y que gradualmente el público tenga un mayor componente de españoles; o eventualmente, si nos toca la fortuna de participar en algún festival, en los grandes festivales lo más importante es contar con condiciones dignas y respetuosas al momento de contar cuatro. Si los aspectos técnicos son los adecuados, si ello no perturba insoportablemente, tocaremos como siempre, no importa si es para treinta personas o cien mil, si todos nos conocen o nadie ha oído de nosotros. Nosotros vamos a estar allí haciendo lo que mejor sabemos y lo que más queremos y amamos hacer.

• En uno de vuestros álbumnes hicisteis una versión de Loquillo y los Trogloditas, “Cádillac Solitario”… ¿Porqué elegisteis versionar ese tema?

Loquillo y sus Trogloditas es una de nuestras bandas preferidas, Sabino Méndez es uno de nuestros compositores más admirados. Recurrentemente, a lo largo de nuestra historia, en algún ensayo o en algún encuentro, hemos tocado al menos fragmentos de “La mataré” (posiblemente la obra más bella, en mi concepto), “Dame más”, y así. Y “el Cadillac” es la oda al gran amor perdido, a la vida de arrabal que está allí sin mencionar, la vida de rocker, si se quiere, los sueños desvanecidos, la pena y la fortaleza del personaje, una gran letra de amor y de amarga decepción pero opuesta a lo presuntuoso, sencilla, sincera y muy hidalga.

• ¿Qué conocéis del rock en España? ¿Qué grupos os gustan?

Desde La Banda Trapera del río hasta Dover, con preferencia a todo lo que sucedió durante la movida y los ochenta: Kaka de Lux, Desechables, Siniestro Total, Loquillo y Trogloditas, Gabinete Caligari, Radio Futura, Alaska, Desechables, solo por nombrar al vuelo.

• Y ya para terminar… ¿Cuáles son vuestras próximas fechas en España?

Estamos a la espera de ellas. Atentos a la gran labor que nuestro productor realiza en España y confiados de que, pese a que hay un corto plazo entre nuestra edición y los festivales de verano, igualmente podremos estar allí para esas fechas.

• ¡Ah!… ¿Y donde pueden comprar nuestros lectores vuestro disco?

Sabemos que se hacen los mayores esfuerzos por distribuir esta edición. Contamos conque en un número razonable esté en venta en los puntos más clásicos en las grandes ciudades, así como en los locales habituales en las ciudades más pobladas. De todas formas, aldea global mediante, www.autoedita.com , www.elcambalachedelrock.com y www.idearock.com sería el último recurso de quien muere por conocer a esta humilde pero tenaz banda deseosa de ser escuchada.

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

F-MHop
Jefe de redacción de La Factoría del Ritmo desde su fundación en 1995. Ha colaborado en diversas publicaciones musicales, entre las que se encuentran Rockdelux, Hip Hop Life, Hip Hop Nation, Serie B, Metali-k.o., Zona de Obras, Pulse! Latino o Astur Music. También ha hecho radio, colaborando con Onda Cero, Arco FM y Onda Verde Gijón. También fue beatmaker en el grupo Soul Dealers, practicantes de un Hip Hop combativo y comprometido.

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