Un disco realmente bonito, con una joven voz femenina al frente, que además compone las letras, y un equipo de músicos detrás, liderados por Lorenzo Matellán.
El sello Otra Zona, hermano de Zona Bruta, da sus primeros pasos con buen brío: sus dos primeros álbumnes (antes hubo unos maxis) corresponden a Aqueel e Ikah. Y si el de Aqueel nos pareció un gran disco (lleno de cálido sabor soul) el de Ikah también nos lo parece.
Ikah comenzó a colaborar hace unos años en los directos de Guateque All Stars y uno de sus músicos, el también productor Lorenzo Matellán, se fijo en las posibilidades de su voz.
Así surgieron las primeras ideas, luego las primeras maquetas y después un proyecto firme que presentaron a Nieves Villar, directora de Zona Bruta y Otra Zona, quién decidió apostar por él.
A partir de aquí no hubo un gran caudal de "pasta" y mil horas de un caro estudio para fabricar el disco. Que nadie se piense que Otra Zona, y Zona Bruta, son un vergel de lujo y dinero a raudales (son sellos que salen adelante con mucho esfuerzo y abundante imaginación). Pero sí hubo lo suficiente y necesario para que la viabilidad del álbum estuviera garantizada.
Así, Lorenzo Matellán se puso al frente del proyecto, tomó el puesto de director musical y se puso a trabajar en varios frentes… componer canciones, buscar músicos, invitar a otros productores y lo más importante… ayudar a desarrollar el talento natural de Ikah.
En total, la preparación y grabación de este disco se ha extendido a lo largo de tres años, en los que se han atendido otros muchos proyectos musicales y compromisos profesionales, adaptando su avance a las necesidades de todas las personas implicadas.
De todas formas, y una vez expuesto el nada fácil camino para poderlo hacer realidad, hay que decir que la grabación final refleja que ha habido una importante cantidad de personas involucradas en él y que "casi" se puede considerar una superproducción.
Así, en el álbum las músicas están firmadas por Frank T, Zeta, Zarman, RAyka, Fosi, Dahani y Lorenzo Matellán. Pero en muchos casos se ha partido de la idea inicial del productor, que entregaba su creación construida con sus herramientas tecnológicas habituales, para después recrearlas con los músicos… que son nueve más dos DJs, además de las voces invitadas, según los créditos.
Un gran esfuerzo y despliegue… ¿Para qué resultado?. Pues para un buen resultado. El álbum de Ikah está claramente dentro del r´n´b, con esa carga de frialdad propia del género, pero con una riqueza musical que se percibe en cada tema… arreglos, voces de apoyo, detalles, sonido muy cuidado e incluso una búsqueda de equilibrio tal, que lleva a que algunos temas, los menos, sí sean totalmente artificiales (es decir no realizados con músicos reales).
Ikah luce su voz, resultando sus interpretaciones convincentes, pero sobre todo con un dato que no se debe dejar escapar… es ella misma quien compone sus letras y éstas son buenas. Sentimientos y pensamientos de mujer, que aunque es muy joven, se desarrollan con madurez y con una escritura impecable.
En definitiva, un brillante disco de r´n´b, que inicia una prometedora trayectoria para Ikah y crea muy positivas expectativas sobre las próximas producciones del sello Otra Zona.
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