Metrorock 2005: Recinto Ferial Juan Carlos Primero, Camp

Sorpresa, curiosidad y expectación, ante la primera edición del MetroRock como uno de los grandes festivales de Madrid. La primera (ha costado un millón y medio de euros, cofinanciado por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, Metro de Madrid, Caja Madrid, y distintas marcas) que organizan para un número más que considerable de asistentes, que alcanzaron durante todo el fin de semana, la cifra de 35 000 según fuentes organizadoras.

Las puertas estaban abiertas desde las tres de la tarde, (aun así, muchos tuvieron que esperar largas colas en las taquillas donde canjeaban las entradas por pulseras)

La hora criminal por el calor y la evidente ausencia de público (hubo problemas también a la hora de salida, la organización aseguraba que la Goa terminaba coincidiendo con el comienzo del metro y a las cinco y media ya estaban echando a todo el mundo mediante precintos de seguridad, un error de coordinación) aunque el entorno resultaba propicio para este tipo de eventos, y permitía cobijarse bajo la sombra de un árbol.

Ante apenas unos pocos espectadores arrancaron los conciertos. Abría la primera jornada en el escenario principal Dhira, una formación que fomenta el mestizaje desde sus cimientos (el grupo está compuesto por un sueco, un vasco y dos extremeños) mezclando bases electrónicas con reggae, jazz, músicas del mundo o pop.

En el escenario Verde, un cuarto de hora después comenzaba su descarga funky roquera el grupo madrileño The Grillo Band. Enfrentándose al sol, la banda realizó todos los esfuerzos posibles por dar un buen concierto, lleno de energía y buenas vibraciones.

Alrededor de las cinco, otro grupo madrileño tomó el relevo a The Grillo. La joven formación Frida tiene diversas influencias rock, punk y pop, con notable preferencia por la música inglesa y americana.

De nuevo en el escenario MetroRock, La Pulquería nos trajo su rock mariachi punk latino (como ellos mismos se definen) presentando su primer disco, Corridos de Amor. Letras cargadas de compromiso político y social y una sección de viento metal portentosa. Los valencianos demostraron a su manera, que la música no tiene fronteras.

Hasta la aparición de Muchachito Bombo Inferno, no empezó a caldearse el ambiente. Los de Santa Coloma de Gramanet traen una propuesta interesante, fresca, simpática y creativa, fusionando distintos estilos. Como curiosidad decir que el sobrenombre de Bombo le viene de tocar él mismo dicho elemento de la batería, y deja al baterista con caja, charles y algunos platos. Sus canciones pasan por el blues, rock, swing, ska, reggae, funky, rumba, con ritmo y gracia. Un buen comienzo para presentar su disco Vamos que nos vamos. El espectáculo incluye una performance, en la que Santos de Veracruz pinta la portada del disco al ritmo de la música. Muy en la onda de tantos nuevos grupos catalanes, especialistas en mestizaje. El Lere (contrabajo) Héctor Bellino (percusión) Tito Carlos (pianos y sintes) Josué García (trompeta) son sus músicos habituales aunque para el MetroRock reforzaron la sección de vientos con algunos miembros más.

En el escenario Verde Maike Lüdenbach, la joven alemana residente en Barcelona desde pequeña, presentó su disco Speak ur Mind, allanando el camino para los también barceloneses Stand Still. Un grupo con interesantes influencias, post punk, cantautores, música oscura nórdica… Enric (voz, guitarra acústica y caja de ritmos) Carlos (guitarra y coros) Piti (guitarra y coros) Elías (bajo) y Ricky (batería) tuvieron que enfrentarse a un sonido pobre y a problemas de la organización, que por falta de tiempo, abandonaron el escenario sin hace un solo bis, (para desdicha de los pocos asistentes) eso si, dejaron un muy buen sabor de boca. El repertorio se concentró en su ultimo disco de titulo homónimo, G. M., Por todas las cosas, Cuando o Feliz en tu día, fueron los mejores momentos, aunque no se olvidaron de su aclamado Memories Collectors.

Aproximadamente a la misma hora estaba programada en el otro escenario la actuación de Amparanoia, que perdió un vuelo y pasó un día horrible (como ella mismo nos contó improvisando sobre los sucesos de la jornada).

Amablemente y en un gesto que les honra, Zuco 103 adelantó su espectáculo. En directo llevan músicos de directo (lo cual es de agradecer en un grupo que hace música electrónica)

Junto a Stefan Schmid (teclados, samplers), Stefan Kruger (batería y samplers), Lilian Vieira (voz), los refuerzos: Lesley Kuhr. (bajo), Claus Toft (percusión), y el guitarrista Alvin Lewis. Samba, bossa nova, ritmos africanos, dub, techno, hip hop, funk, en un proyecto europeo, aderezado con el sabor de Lilian Vieira, que llegó a los Países Bajos a finales de los años 80. Repasaron sus dos discos tocando temas como Peregrino, Bebete Vambora, al principio un poco tímidos para terminar convirtiendo el Juan Carlos I en una macro discoteca.

Sidonie replegó en el escenario verde sus bases electrónicas y sus exóticos ritmos y melodías. Los de Barcelona se han convertido ya en habituales de los festivales, no dejando evento que se precie sin su asistencia.

Marc Ros (voces, guitarras, bajo, teclados, sampler y percusiones) Jesús Senra (voces, bajo, sitar, guitarras, teclados, sampler y percusiones) y Axel Pi (batería, tabla, bongos, teclados, samper y percusiones) exploran y reinventan el rock a través la psicodelia, la música hindú, el funky, y el rock progresivo. Interesante y apasionado, Sidonie contagia su energía al publico en canciones como Joe, On the Sofá o Bla Bla Bla…

Amparanoia se desquitó sobre el escenario del día de perros que llevaba. Sus actuaciones están llenas de buen rollo y sentimiento, cargadas también de un sabor y regusto de antaño, en canciones como Tu ausencia, un gran clásico interpretado por artistas como Goran Bregovic o Cesaria Evora. Entre el reggae, la rumba y ritmos latinos destacaron Buen rollito y En la noche.

Los Delinqüentes garrapateros presentaron su ultimo disco, (en el que colabora Bebe) dedicado a uno de los fundadores de la banda fallecido el pasado año. Su música propaga el buen humor y la picardía con ese aire de charanga gaditana. Un concierto muy divertido que prácticamente se fusiono con el de Bebe, que acudió al MetroRock acompañada por componentes del Combo Linga y el Tio Calambres. Esto provocó que en el escenario Verde, Elefantes se quedaran sin publico a pesar del buen concierto realizado. El enigmático cantante Shuarma lidera la banda transmitiendo su mensaje de amor a través de la base pop creada por Jordi (batería), Julio (bajo) y Hugo guitarra) . De su nuevo disco Somos nubes blancas tocaron Abre más ancho el camino y sin olvidarse de Que yo no lo sabía o Azul.

Bebe alucinada frente a tanta gente, comenzaba su actuación, acompañada por una banda de lujo. Repasaron los temas de su disco “Pa fuera las telarañas”, aunque curiosamente dejaron en el olvido el tema por el que se dio a conocer “Malo”. Interpretó varios temas nuevos y se atrevió con versiones de Extremoduro y los Gipsy Kings. Un concierto de casi dos horas que terminó con la improvisación conjunta de Muchachito, Delinqüentes y los músicos de Bebe.

Ocean Colour Scene, que sustituían a Ana di Franco, presentaron su nuevo disco

The Hyperactive Workout For The Flying Squad. Temas como The riverboat song, Up on the down side, Traveller´s Tune levantaron al publico de su letargo. Steve Cradock, Simon Fowler, Oscar Harrison y Damon Minchella, se despidieron con la versión Day tripper de los Beatles

Solo quedaba la actuación de O´Funkillo, con su funky andalú embruteció. Casi dos horas de concierto en el que Eshos Cuernos fueron la nota predominante. “Riñones al Jerez”, “A jierro”, “En el campito”, “Nos vamos pa queli”, “Fiesta Siesta”, “A Shuparla Ya”, “Yo lo coloco” o “Mery Jane” son solo algunos de los temas que tocaron. Buena fiesta funky metal, con tendencia a repetir la misma estructura en cada espectáculo. Una lastima que tan grandes músicos no muestren todo lo que pueden hacer.

Terminaron los conciertos y al poco los encargados de seguridad echaban a la gente mediante precintos. Solo quedaba la zona Goa con los dj´s, que prometía baile hasta el comienzo del metro. Sorpresa para los que decidieron esperar el Metro echando los últimos bailes. A las cinco de la mañana se hizo el silencio. A las seis nos echaban del recinto y así terminó la primera jornada del MetroRock.

Los sevillanos Renochild abrieron la segunda jornada del festival, presentando su primer disco, “Shuttle” cargado de apabullante de rock & roll. El relevó lo tomó Nacho Vegas, ex cantante de Manta Ray que no tuvo suerte con el sonido y abandonó su actuación de apenas media hora. Mientras en el otro escenario rompía el silencio The Garb, el grupo del Mono Burgos, en un derroche de rock & roll, blues y mucha garra.

Compensaron los problemas de Nacho Vega los bilbainos Athom Rumba, que regresaron de la gira europea (que ha gozado de una gran acogida) e hicieron bailar a los pocos presentes a ritmo de funk, r&b, jazz y rock. Una de las grandes sorpresas del festival.

Frankie (guitarra) Samuel (batería) Ivahn (voz) y Joseba (bajo) forman Sugarless-Planet. Combinan estilos como el funk, hip hop, hardcore, punk… Recientemente presentaron su ultimo disco “Vertigo y han pasado tras un par de cambios en la formación, a llamarse Sugarless-Planet, aunque su sonido sigue siendo el mismo. Aires setenteros sin olvidarse de las nuevas tendencias.

La Habitación Roja se ha ido haciendo hueco poco a poco dentro del panorama indie en nuestro país. A partir de su ultimo disco Nuevos Tiempos (producido por Steve Albini, que ha trabajado con Pixies, Nirvana…) su música atraviesa el pop en busca de sonidos más agresivos. Otro grupo que se confirma como habitual de los festivales españoles. Tras ellos, subieron al escenario MetroRock The Sunday Drivers. Los toledanos cuentan con seguidores incondicionales. Ain´t Down, Love our love, On My mind o Can´t you see, no pudieron fallar en esta cita emo pop (como ellos mismos se definen) Uno de los conciertos que mayor acogida recibió por parte del publico.

Roger Peterson (voz, guitarra) Kevin Hissink (guitarra) Jacob Streefkerk (guitarra) Touché Eusebius (bajo) Rocheteao Mahuwallan (batería) Ferdinand van Duuren (percusión) forman Intwine, una banda salida de una academia de rock. Presentaron su segundo disco Perfect, en el que fusionan con elegancia el rock y los sonidos mas latinos, con un inevitable aire a Santana. Cruel Man, su mayor éxito, puso la nota de color a su espectáculo.

Mientras en el escenario principal La Buena Vida salía a escena. La cantante Irantzu Valencia acudió al festival en un avanzado estado de embarazo. Los de San Sebastián practican el pop de alta calidad. Influencias tan dispares como Burt Bachara, Marvin Gaye, The Velvet Underground, Nino Rota, los Beattles…

Le tocaba el turno en el escenario Verde a Savia, una de las formaciones resultantes de la separación de Sôber. El proyecto de Carlos Escobedo (que ha cambiado bajo por guitarra, sin demasiado éxito) no difiere mucho de su anterior grupo, si bien está en una onda mas rockera. Insensible es el titulo del disco y también de su single más conocido.

Def Con Dos ha vuelto tras cinco años de silencio pegando igual de duro. Su método, rap metal y letras corrosivas. El sonido inmejorable, demoledor. Los madrileños presentaban su nuevo disco Recargando, del que tocaron “Mundo Chungo” y “Humano demasiado humano”, aunque no se olvidaron de temas de siempre como Poco Pan, Pánico a una muerte ridícula, “La culpa de todo la tiene Yoko Ono”, “El coche no”, “Acción mutante”, “El día de la Bestia”, “Agrupación de Mujeres Violentas” o “Sigo siendo heterosexua”l, que dedicaron a Rouco Varela. Sin duda una de las mejores actuaciones del festival.

Poco después Moorcheba llenaba el escenario MetroRock con su mezcla de blues, soul, hip hop, y algunos matices funky. Presentaban nuevo disco “The Antidote” y nueva formación, con Daisy Martey a la voz y al saxo. “Wonders Never Cease” o “Be Yourself” fueron algunas de las más destacadas. Terminaron cerrando con “Rome wasn´t built in a da”y. Las sensuales melodías y los tempos de chill out hicieron de su concierto, uno de los más relajados y tranquilos del festival.

Para seguir con la tranquilidad, en el escenario Verde Josele Santiago, ex cantante y signo de distinción de Los Enemigos, tocó las canciones de su primer disco en solitario, publicado el año pasado. Un buen sonido y el sello indiscutible de su voz y sus letras, encandilaron a los asistentes.

Para despedirse, el escenario MetroRock, tenía como invitados de honor a los gallegos Siniestro Total, que aprovecharon para presentar su nuevo disco. Las tablas de los vigueses son indiscutibles y cada uno de sus conciertos se convierte en una fiesta. Se dejaron algunos de sus mejores temas en el tintero (es normal, tienen muchos) aunque no se olvidaron de “Que me diga que le debo”, “Todo por la napia” o “Bailaré sobre tu tumba”, tema con el que cerraron. Un concierto divertido aunque el público se quedó con ganas de más.

Solo quedaba por tocar Beck, el gancho más grande del festival. Con su estilo suelto y desenvuelto, ejecutaron la primera parte de la actuación con canciones que cabalgaban entre el funky, el rock y las nuevas tendencias electrónicas como “Odelay”, “Loser”, “Sexy Laws”. La segunda parte de su actuación nos dejó un tanto sorprendidos. Sobre una mesa en medio del escenario, sus músicos simulaban cenar tranquilamente, mientras Beck, se guisaba y se comía sus propios temas. En el ultimo bis, con su banda vestida de blanco mirándole, Beck se despidió con su voz y una pandereta.

Los más bailongos aun disponían de la Goa, (en la que Wagon Cookin fueron los reyes indiscutibles) para echarse unos bailes y hacer tiempo hasta el comienzo del Metro (una vez más no coincidieron los horarios)

Una buena nota general para la primera edición de pago del MetroRock, esperamos que en próximas ediciones continúen con esa tónica y ¡Qué Viva el Rock!.