Si hay que decir el nombre de un artista que no deja de buscar nuevos campos en los que puede darse la semilla más pura del flamenco, ese debería ser el de Enrique Morente.
Enrique Morente es el abanderado más modesto de la catalización musical, el ejemplo más próximo para artistas jóvenes que dicen banalmente que trabajan con la fusión de estilos musicales.
En "Morente Sueña la Alhambra", el artista granadino esboza las líneas de una nueva forma de hacer flamenco, demostrando que no todo está inventado, alternando estructuras y textos clásicos con sonidos jazzis y curiosos arreglos vocales.
En "Martinete", la canción que abre el disco, Morente propone una nueva forma de cantar una de las ramas más tradicionales y puras del flamenco, canta un texto popular en latín, marcando el ritmo, que normalmente se hace golpeando la madera, con coros de voces construidos por él mismo.
Con "Generalife", el siguiente corte, vuelve a dar una vuelta de tuerca y construye una canción tremendamente sutil que crece en intensidad según avanza, apoyándose en una melodía seudopop sustentada por una guitarra acústica y taconeos flamencos, que se cierra con una arreglo de guitarra jazz realizado, ni más ni menos que por Pat Metheny, que se encarga de toda la parte musical del tema y también pone las guitarras en "Donde Habite el Olvido" a un texto de Luis Cernuda.
Otro collage sonoro es "Cristalina Fuente" donde sobre un texto de San Juan de la Cruz se construye una canción flamenca con la estructura clásica de guitarra, percusión y voz, alternándose Enrique y su hija Estrella, junto con unos arreglos de cuerda (violín, violonchelo y contrabajo) que aparecen de nuevo en el siguiente corte "Chiquilín de Bachín".
En "Solea de la Ciencia" y "Taranto Veneno", son dos de los guitarristas más reconocidos e influyentes del mundo flamenco (Tomatito y Juan Habichuela) los que guían a Enrique con su guitarra hacia, quizás, la parte más tradicional y pura del disco.
El disco lo cierra "La Última Carta", una canción realizada a partir de las bases del martinete que abre el disco ("Martinete"), en la que pone música a una carta escrita por Miguel de Cervantes al Conde de Lemos cinco días antes de morir.
En fin, Enrique Morente ha producido en esta ocasión un disco que hace contemporáneo el flamenco más puro y universal, que será la banda sonora de un documental con el mismo nombre, dirigido por Juan Sánchez-Montes.
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