Makala es el seudónimo artístico de Mikel Unzurranzaga Schmitz, un inquieto personaje de la escena vasca que trabaja como DJ, ha aparecido como músico en los créditos de un puñado de interesantes discos y que además ha publicado remezclas para algunos grupos y eidtado hace unos años un "mix" con temas del sello Novophonic.
Ahora publicado "Hondartzan" su primer álbum en sentido estricto, en el que desarrolla su faceta de productor, pero tras la que no puede ocultar su verdadero interior… Makala esconde un "yonki" de la música, un tipo que ha escuchado con pasión miles de discos y que los ha fagocitado para crear un universo interior que ahora, y solo en parte, nos presenta como un universo variopinto… lleno de influencias, referencias e ideas.
El planteamiento de este disco me recuerda mucho al que hace ya unos cuantos meses publicó Casbah 73… Tras ese nombre se encontraba Oli Steward, un DJ y dueño de una tienda de música, asentado en Madrid, que se construyó un álbum tirando de samplers y tocando el mismo varios instrumentos y basándose, ante todo, en su pasión por el funk (un álbum muy "chulo" por cierto).
Makala hace más o menos lo mismo… solo que en lugar de construirlo todo él mismo, ha contando con un amplio conjunto de músicos, que partiendo de bocetos iniciales de las canciones, grabaron arreglos y luego él los seleccionó y dio forma a los temas.
Pero Makala se ha tomado su álbum muy en serio… tanto, que tras construir una maquetas con este planteamiento aquí explicado, no pensó que ya esta todo hecho… sino que acudió a un técnico externo, el respetado productor Roberto Sánchez, para volver a grabarlo todo en buenas condiciones y entonces, y solo entonces, pensar que tenía su sueño, su disco, hecho realidad.
Y así se hizo "Hondartzan" y así llega a los oyentes una docena de de pistas, donde hay mucho funk, mucho reggae, y retazos de mil influencias… dub, Hip Hop, jazz y electrónica.
Hay canciones que dentro de esas influencias tiran para caminos muy distintos… unas son netamente funk, otras reggae y otras pasan por varios estadios. Es muy significativo señalar que aunque la presencia de samplers es muy importante, les ganan en preponderancia las instrumentaciones reales, que en ocasiones han repetido las programaciones de las maquetas, pero con intención de darles calor humano y realismo. El sonido desde luego no es nada mecánico, sino todo lo contrario… cálido, muy cálido.
Muchos temas son instrumentales, aunque hay algunos cantados, en los que habitualmente se utiliza el euskera, salvo en "Funkel" y "Oportunity, que se utiliza junto al inglés.
La carpeta del CDs, con una presentación muy bonita, detalla los músicos que participan en cada una de las canciones. Un montón de músicos entre los que aparece Mikel Makala en diversas labores… A veces cantando, a veces haciendo scratchs, programaciones o tocando algún instrumento, aunque queda claro que sus labores fundamentales han sido las de componer y dirigir (producir) todo el conjunto.
El disco contiene dos temas remezclados en club dub, "Hodartzan" y "Opportunity", en los que es palpable la mano de Roberto Sánchez en este género en el que es un maestro.
"Hondartzan" es un disco la mar de divertido y entretenido, en el que se aprecia el buen gusto de Makala y transmite su pasión por la música negra. Sin duda cautivará a los aficionados que han gozado con los discos Ortophonk, Javi Pez Orchesta, Guateque All Stars o Casbah 73.
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