Es sábado 23 de julio.
Dos pistolillas verdes sobre fondo amarillo y título en un rosáceo llamativo, como cartel de película de serie Z de ciencia ficción. Más de 10 colaboraciones y una versión ¿cuál?:
“Hay un grupo en la ciudad que…”, “Enemigo público nº…”
Os toca adivinarlo.
21 temas, 56´07´´, más pistolillas de plástico en el interior del “cancionero” a todo color.
Punk en estado puro con impresionantes y elaborados complementos musicales. Mantiene el estilo en algunos temas de trabajos anteriores, sobre todo con el “The Meas”. “Territorio Cotilla” repasa el listado de la panacea bordeline del mundo del famoseo. Dinero y gilipollez. Es un diálogo directo, despreocupado con tendencia a desalojarse de esa mediocridad. Hay unos momentos de punkrock con los coros que nos abastecen de sonoridad y como ya es clásico, y necesario, un tema enganchado a otro para que no respires. “Lo daría todo” acoge un registro concreto de temas como “En el último, el de la Polla”. Evaristo es razzia contra una falsedad de embuste y de banderas y patrias que son solo dinero. Unas señales médicas indican esa muerte deseable. El tema hace que las guitarras vayan a todo gas. La batería (Tripi) ya da muestras de su necesidad y su intrínseco valor en cada tema. Es ritmo y temática al mismo tiempo. En “Santo Rosario”, muy cachondo ese exorcismo final a la pobreza, nos plantea unas construcciones de guitarras, Txiki y Osorno, que crean tiempos que se van alzando en estos tres temas. La ¿santidad? del dolor, de la precariedad. Letras exigentes, críticas con la ironía más contundente del panorama de la escena punk, como diría Nacho de WC, del país.
Entra a ritmo arrasador “OK Portal”. Unos tiempos y escalas diferentes en los 4 temas que convierte los espacios, o secciones, instrumentales en progresión. En el tema 5, “Comunicado empresarial para la concordia y el bienestar social”, hay punk y rock and roll. Cínica canción que recrea el fin del trabajo en el que ya no hará falta,ni tampoco esta tecnoesclavitud de las ganaderías humanas en las que pacen sobrantes y más sobrantes. La rapidez de las guitarras es ansiosa, nuevamente vertiginosas, y consiguen transmitirnos el luto. Queda bien transmitida la contraseña de ésta abulia social.
“Buen menú” es musicalmente una oferta de punk con una letra de buen apetito resistente. Originalidad. El diálogo de Evaristo, vocalista de “Gatillazo”, coros incluidos de toda la banda, como significado de espontaneidad. Las guitarras, me dio la sensación a la tercera audición, parece que nos están hablando. Tienen unas perfectas mordidas. Yo diría que estamos ante un trabajo de producción al dedillo como se señalaba en la entrevista que le hicieron a Evaristo en un “Rolling Stone” reciente. Por cierto, “Gatillazo” toca hoy 23 de julio en Lleida en “LA FESTA DEL JOVENT”, con Segismundo Toxicómano, Kafarna, Kasparrata, del los que recomiendo un trabajo en un WC RECORDS de hace unos años y Manolo Kabeza Bolo del que hace unos días reescuché “2001 La Odisea va despacio”. Es algo que repito a veces.
“Más Chulo que un cortapichas” define las secuencias temáticas que es un cambio continuo en el ritmo, manteniendo el sonido y elaborando variaciones interesantes y arriesgadas (ya lo oiréis). Aquí alguien nos cuenta que hizo lo que quiso. En el 1´46´´ silbido y guitarra muy suave, dulce y no es anacrónico, sino que cuadra pasando a otros instrumentos (trompetas, bombardinos, trombones) a los 2´11´´ con arreglos, pues, a la carta hasta los 3´39´´. Ahora la versión fiel, acelerada, punk a degüello, poco nos queda de ¿Aprieta el…”, ¿quiénes?
“Gatillazo” es otro panorama de la cultura punk. Aquello que defendí en “Sobre el punk”. De esa manera ecualizamos la discordia, el horror, el tedio y la voz, para decir y ser vitalidad. Buen concierto de cultura punk el día 29 de julio en el CSO La Rabia de Barcelona. El cartel me moló y me pillé uno. Trabajé, es lo que hay, y tampoco pude ir. Quede como informe que estuvieron “Hiponkondria”, “Oskar con K”, “Konflict Point”, “Human Bastard”, y “Terror y Miseria”, y que fue un puntazo el día 15 de julio conocer en Valencia, en unas firmas que hice de un libro de cuentos recién editado en la librería Akelarre, al letrista y vocalista de “Net Distorsión” (mi reseña anterior), Voro. Lo pasamos bien. Buena gente.
Llegamos a “Anorrimia”, camino de riffs, y a “Seguratas…”, donde el bajista (Xabi) aparece secuenciando y dando paso a un tiempo corto de guitarras estupendo. La bataca vuelve a ser protagonista, casi un lance. Burla sobre esos descerebrados con uniforme en la mayoría de los casos. “Quién”, 11º tema, es interrogatorio, duda, sobre esta violación de la personalidad, usurpación sin condiciones y la estulticia diaria. “Fosa Común” es punk y reivindicación, tristeza y silencio, dolor y belleza. Poesía como esta que dice “El silencio de los muertos grita libertad”. Muertos, asesinados en la guerra civil y después. Muy al estilo de “La Polla”. “Gora Mari” es en euskera. Musicalmente lento, socarrón y cirrósico.
“Mente” se inicia bailongo, rock. Es otro giro musical y se nota la voluntad de que la música trascienda. Nos exige reflexión. Se habla, pero no se escucha, se dice y no se oye. Es un intermedio en el disco. Tú mismo/a lo puedes comprobar, como decía es un trabajo diferente.
“Verde” es una ironía ácida sobre la acidez que fornica al ecosistema. Un gatillazo de tanto ecologista de carnet. Sostenibilidad rancia y destructiva. El 16º, “Mentalización”, nos devuelve a esas letras fantásticas de algunos temas anteriores como el “Sin sitio para vivir” del “The Meas”. Las guitarras son paredes maestras,
“Tortura” es tristeza y grito de rabia. “Vuelve el hombre” es más psicodélico. Batería, bajo y guitarra replican a la voz en este tratado antimachista. “Pánico” son 25 segundos alucinógenos y rápidos. El punk expresa en él la paranoia de este exterminio. Brevedad a bocajarro consensuada musicalmente. “Modesto” se abre en plan pasacalles, una rua casi. Trombón, saxo, tuba, animación, desfile y el ego, el yo, el egótico sentimiento bobo. “Problemas” es otro ritmo, otro requiebro. Una vida de ocio programada. Un experimento con mucho swing.
A los 9´30´´ del tema 21º encuentras un suculento remate a “capela” que hace las delicias de niños y grandes. Letra sobre el mesianismo absurdo del lenguaje de la democracia formal y un poco de historia. Preservativos de eufemismos en una guillotina drástica. Otros latifundios de gatillazos.
La reyerta, “Gatillazo”, ya está en la calle. Puedes escucharla, o “escurrir el bulto”.
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