Geoff Wilkinson: bases electrónicas; Ed Jones’: saxo contralto, tenor y flauta travesera; Chris Storr: trompeta; Mike Gorman: teclados y guitarra;
Neville Malcolm: contrabajo; DJ First Rate; MC Reggi Wyns ; Rachael Calladine: voz y coros; Romina Johnson: coros
La banda que popularizó el acid jazz a principios de los noventa presentó el viernes en Madrid su cuarto disco, Questions.
El Dj subió al escenario alrededor de las 8:40 calentando los platos frente al poco publico asistente. Pinchó música funk años ochenta y hip hop americano. El concierto comenzó a la hora prevista. La sala no presentaba el lleno de otras ocasiones, aunque los más tardones no se perdieron demasiado. Hasta el cuarto tema no vimos a todos los instrumentos en escena, ni sonaron equilibrados.
Abrieron con canciones del ultimo disco, Believe in yourself, con una de las coristas como voz principal, Watcha gonna do, y What does that mean? que aprovecharon para evocar lo sucedido el 11 M y pedir paz en el mundo. Dedicaron a las mujeres asistentes I’m Thinking About Your Body (Broadway & 52nd) donde hizo su aparición el saxo.
Volvieron a temas de Questions. Give thanks mejoró el ritmo con la salida de las voces femeninas, aunque volvieron los problemas de sonido. Las chicas subieron otra vez al escenario para cantar The truh, una de las aproximaciones al ragga tan de moda y Get it together, con bases de old school.
De su anterior disco An Ordinary Day In An Unusual Place, Your love is life rozó el trip hop en un ambiente más parecido a Portishead que a Us3.
Uno de los mejores momentos de la noche fue el duelo entre la trompeta y los platos. Se quedaron solos. El trompetista sacó de sus carrillos fraseos estándar de la música cubana y el Dj los repetía con los vinilos. El saxo lo intentó a su vez, no con mucho éxito.
I Got It Goin’ On (Hand on the torch) hizo las delicias del publico ansioso por bailar. Unas pinceladas de acid jazz al estilo Saint Germain dieron pie al Dj para seguir haciendo de las suyas. Pinchó el tema principal de la serie los Hombres de Harrison, arañando los platos sobre su cabeza, con la boca, de espaldas, con los codos…
Cantaloop (Hand on the torch) fue la más celebrada por el público. Excelente versión (ya abusan un poco) que el gran Herbie Hancock llegó a presentar en sus conciertos como, algo de una banda llamada Us3. Can you feel it? (Questions) nos devolvió a las coristas para frenar un poco el ritmo funk y retomar la estructura de una balada soul. Dedicaron Get Out (An Ordinary Day In An Unusual Place) a las mujeres, en especial a las maltratadas, incluyendo un pequeño discurso feminista. El Mc de Brooklin cantó a la libertad y todos salieron del escenario.
Ya solo quedaban los bises. Sittin’ On My Park Bench (An Ordinary Day In An Unusual Place) donde retomaron el protagonismo las chicas acompañadas por el DJ, la base rítmica y el teclado; Goodbye (Questions) allanó a ritmo de cha cha cha el camino de la despedida, que cerró completamende la floja versión soul de Cantaloop, remezclada con motivo de este ultimo disco.
Tras los aplausos y las reverencias Geoff Wilkinson , Dj londinense que fundó la banda, presentó a los ocho músicos que le acompañaban. Había pasado una hora y tres cuartos.
Lo mejor el trompetista, el Dj (un maestro con los platos) y el contrabajo. Lo peor, el ritmo lento y previsible que predominó, y las voces. Salían del paso en las rimas hip hop, pero en las partes más melódicas se escapaban con frecuencia del tono. Faltaron las percusiones de los discos, quitando alguna menor como las maracas o la clave y una batería que imprimiera frescura y groove a las mecánicas bases disparadas por el cerebro del grupo, anunciado como la gran oferta bailable del fin de semana y que resultó ser el mejor remedio contra el insomnio (y mira que el insomnio es una cosa muy persistente).
Artículo: Charly Parka.
(Fecha de publicación: 2005/03/24)
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