Celtas Cortos: No pueden parar.

Decían los Leño del ínclito maestro carabanchelero en su tema “Calendario” que “no hay dos días iguales”. Y es cierto. Todos los días tienen algo que celebrar. Tenemos el 14 de noviembre como día de la Diabetes, el 1 de diciembre como el del Sida o el 8 de mayo como el día del Burro. ¿Y el 20 de abril? Pues no sé si habrá algo marcado para ese día, pero para mi generación siempre será el día de los Celtas Cortos. Y el de este año lo recordarán ellos y todos los que asistieron durante dos días a la fiesta en la que se convirtió la plaza de VistaAlegre madrileña, por la que pasaron un sinfín de amigos que quisieron acompañar a la banda vallisoletana. Sobre las tablas Rozalen, Kutxi Romero, Fito o las Tanxugeiras entre otros acompañaron a Cifu y los suyos. Pero estos invitados no fueron la única novedad sobre el escenario. El grupo lanzó esa misma fecha su nuevo trabajo que lleva por título “El Mundo del Revés”. Estuvimos hablando con Jesús, con Goyo y con Alberto sobre éste y otros temas de la actualidad de la banda.

¿Cómo están los Celtas Cortos? ¿Tienen todavía mecha para rato? ¿Dejarán de ser Celtas Cortos para ser Largos?

Celtas Cortos (CC): Bueno, lo que nos reúne aquí es que tenemos un nuevo trabajo en ciernes, recién sacado del horno y al que acompañará una gira bien extensa por delante que nos llevará hasta finales de octubre, aunque ya llevamos todo el mes de abril tocando. O sea que lo inmediato, desde luego, es intenso y bueno. Y aquí mientras haya salud y fuerzas, que espero que sean largas, pues seguiremos ejerciendo nuestra profesión.

Venís de un chute de autoestima con dos llenazos en el Wizink. ¿Qué representa este hecho en la dilatada carrera del grupo? ¿Es un 20 de abril más?

Para nada, para nada. Esto ha sido un regalazo casi inesperado porque nos plantearon hacer algo en Madrid, con alguna colaboración, pero al final casi se nos va de las manos. Y eso que no lo veíamos muy claro porque llenar un sitio como VistaAlegre para nosotros, que estamos luchando por no bajar a segunda división… Entonces todo nos pareció muy arriesgado. Pero bueno, nos echamos para adelante y la respuesta nos ha sorprendido a todos, desde el momento que salieron las entradas, que en dos meses se vendió todo y que por eso se decidió hacer otro día porque faltaban cuatro meses para esa fecha. Y ha salido algo nunca hemos hecho, con una producción tan bestial y tan cuidada y con tanto cariño por parte de estos artistazos que además han venido de corazón. Aquí no hay postureos ni discográficas ni cosas raras nada. Era un rollo de verdad, de corazón y de que les apetecía a todos estar ahí. Y luego toda la gente que lo llenó. Y cómo se han vivido esos dos conciertos ha sido la leche, de lo mejor de nuestra vida. Tanto ha sido así que crea un poco de vacío posparto.

Además en dichos conciertos contasteis con un montón de artistas y amigos invitados al evento ¿Os sentís queridos en el mundo de la música? ¿El mundo de la música deja más amigos que enemigos?

Yo creo que a las pruebas nos remitimos, porque como acabamos de decir, toda la gente que ha participado en esos dos días ha venido por pura amistad, por compañerismo, porque todos somos marineros de un mismo mar, que es la música y ese sentimiento nos une. Y toda la gente que está en esa fotografía son gente con la que tenemos sintonía. No se trata de ningún tipo de postureo. Y todo ello es gracias también a nuestra perseverancia, ya que somos corredores de fondo, con muchos años de profesión y que nos hemos labrado un nombre y hemos dejado cierta huella en la historia musical de este país. Y, hablando desde la humildad, creemos que nos lo merecíamos de alguna manera, ese espacio de cariño por parte de nuestros compañeros, de la misma manera que nosotros lo procesamos a ellos. Respecto a lo de hacer amigos y enemigos en la música, en nuestro caso, tanto en lo grupal como en lo personal es más fácil hacer amigos. Es cierto que puedes tener, en algún momento un pique personal por cualquier cosa y desearías que alguno se partiera un dedo para que toque peor durante un rato. Pero nada más. De todas formas, tú también eliges porque no te llevas igual con unos que con otros. Cuando hay afinidad y hay sintonía, pues entonces todo está lubricado. Con los que no, pues es que no lo quieres.

Pero lejos de apoltronaros en la silla, tenéis recién salido del horno un nuevo disco. ¿Qué representa para un grupo con casi 40 años en la carretera y casi una veintena de discos un nuevo lanzamiento? ¿Qué tiene de especial este “El Mundo del revés”, que habéis tardado un año en dar a luz?

Bueno, pues tiene de especial que es el último trabajo, es el último parto. Para bandas con una trayectoria tan larga como la nuestra, el aportar un nuevo trabajo y darle una vuelta de tuerca es otro peldaño más en esa ascensión hacia la cumbre. Es una prueba fehaciente de que como corredor de fondo sigues en la carrera, lo cual es un disfrute, porque cuando estás hablando de música, estás hablando de un sentimiento, de un envoltorio tan potente que tiene tanto fuego y tantas almas. El poderse mantener ahí en esa rueda que nunca para de girar es enormemente motivador. Como ingrediente nuevo habría que decir que aunque siempre pretendemos darle una vuelta a tuerca a la estética de los temas, aunque es inevitable que algunos puedan sonar parecidos a otros que ya se han hecho. Siempre pretendemos darle ese ese apretón a la tuerca, pero esta vez nos hemos encontrado con hemos tenido un encuentro muy curioso con un seguidor del grupo que resulta que es director de orquestas, arreglista y que ha aportado en 5 de los 13 temas un arreglo orquestal con su formación la Orquesta de Cámara Virtuós Mediterrani y eso es algo que diferencia a este trabajo del resto.

Decimotercer disco de estudio, con 13 trece canciones…espero que no seáis supersticiosos…

Pues mira, no lo sabíamos, no nos habíamos parado a analizar ese detalle. Eso significa que no somos supersticiosos.

El tema que da nombre al disco ha sido mezclado y masterizado por Jose Nortes, guitarrista y motor del grupo de Miguel Ríos en los últimos años, pero músico virtuoso, polifacético y pluriempleado donde los haya. ¿Por qué habéis acudido a él?

Bueno, Jose ha sido el productor básicamente del tema del single que da que da título. El resto del trabajo, la producción la hemos llevado nosotros más los dos técnicos que han trabajado en el estudio Alfonso Abad YY Jorge Calderón. Ocurrió que con el single no acabábamos de dar con la tecla por más vueltas que le dábamos. Y entonces acudimos a él, porque lo conocíamos de otros encuentros previos con Miguel y sus giras. Se lo planteamos y solucionó el tema con la maestría que le caracteriza.

Aunque en el disco podremos encontrar rock&folk como siempre en vuestros trabajos, este disco tiene de peculiar que incluye cinco temas en los que ha colaborado la orquesta Virtuós Mediterrani. ¿Por qué esta colaboración tan curiosa? Es cierto que vosotros ya habíais hecho cosas con orquestas como “Increcendo”, con la Orquesta del Principado de Asturias.

CC: Sí, lo que pasa que en aquella ocasión fue para cerrar un recorrido que habíamos hecho con formaciones sinfónicas, principalmente bandas y queríamos ponerle un broche de oro con una formación profesional. La Orquesta del Principado de Asturias se prestó a ello, pero era como darle final feliz a un recorrido que ya habíamos hecho. Aquí, sin embargo, ha sido un poco al revés. Hemos confeccionado un traje a medida para 5 temas. Y además, con una persona que es muy conocedora del repertorio de grupo, que es violinista, es venezolano y que le aporta también otro aire. También recalcar que ha sido un esfuerzo grande poner en marcha toda esa maquinaria, pero creemos que merece la pena.

El disco se presenta con el tema que da nombre al mismo. Escuchándolo me traslada a la misma temática tratada en “Tranquilo majete”. Es decir, un mundo que se va a la mierda…

Así es. Somos de alguna manera cronistas de nuestras épocas y en este caso, pues la fotografía del mundo actual un poco es lo que describe esa canción. Vivimos en un momento en el que estamos destruyendo el mundo. Estamos presenciando por televisión dos guerras, de las cuales una es un genocidio absoluto, en una época distópica, abarrotada de la gentrificación. Los jóvenes lo tienen jodidamente difícil para salir adelante e independizarse. En fin, el panorama desolador de la hambruna así de sigue campando por sus fueros y el 1% de la población tiene el 3% del dinero que se maneja. Pues con esa fotografía y un poco de acidez e ironía pretendemos plantarle a la gente ese escenario delante. Es como, tras mirarse en un espejo, conviene recapacitar y tomar postura. Ahora ya veremos.

Sin embargo, la canción tiene un final donde se alberga como un resquicio de luz, un breve soplo de esperanza. Además, el video lo protagonizan dos niños, que son el futuro del mundo ¿aún estamos a tiempo? ¿mañana saldrá el sol?

Claro hombre, creemos que sí. Esas visiones a lo mejor derrotistas a primera escucha no lo son tanto porque, al final, siempre la esperanza está ahí. En nuestro caso, somos personas súper optimistas en todo y luchadoras y sabemos que a base de pelear y de denunciar cosas al final se pueden conseguir cambios. Nosotros intentamos llegar a la gente a través de nuestras canciones, con nuestras pequeñas cosas. Así que somos esperanzadores y que mañana sale el sol como tú dices, igual que esa otra canción del disco que también habla de momentos malos pero que, al final, se solucionan.

Hay tres temas instrumentales…

Bueno…la pregunta es algo ambigua porque podría entenderse en el sentido de cuantos o de por qué tan pocos…Nosotros siempre más o menos hemos utilizado esa combinatoria. O sea, siempre ha habido en nuestros trabajos esa proporción. Los temas instrumentales forman parte de nuestra identidad y queremos también esa versión de nuestra música quede bien patente en la fotografía de cada disco.

En Adiós Presidente os quedáis a gusto…

Buff!! Dentro de un año no sé yo como vamos a estar… Como hemos comentado anteriormente son fotografías de la crónica sociopolítica de lo que sucede en el mundo. Y nos encontramos con un panorama incierto en el que no sabemos si ese triste personaje volverá a a formar parte de la vida política del planeta. En el entretanto estamos presenciando como desde las universidades de Norteamérica se han prendido la mecha a nivel global con su lucha en favor del pueblo palestino y en contra de lo que está sucediendo en Gaza. Y eso ha corrido como la pólvora y se está extendiendo por todas las universidades europeas, lo cual también da visos de esperanza. Nos lleva, salvando las distancias, a mayo del 68.

Supongo que al disco le seguirá una gira…

CC: Sí, ya hay una gira planteada hasta octubre y también estamos cerrando las primeras fechas para el año que viene.

¿Qué le deben los Celtas a la música y la música a los Celtas?

A la música le debemos la vida, nuestra forma de estar en el mundo. No seríamos las mismas personas si no fuéramos músicos claramente ni estaríamos hablando de esto si no fuera porque nos hemos sumergido en esta aventura. O sea, que la música es absolutamente todo para nosotros: es profesión, es terapia, es vida, es creación. Lo que la música le debe a los Celtas Cortos habría que preguntárselo a ella (risas….).

¿Todavía seguís pensando que la mejor canción de la historia está por escribir?

Nos damos por satisfechos con pensar que todavía hay canciones por escribir. Con que con que haya un motivo y una energía lo suficientemente poderosa o que te mueva a desarrollar ese esfuerzo por encontrar un mundo nuevo que es cada una de las canciones, pues está todo por hacer.

¿Creéis que los Celtas Cortos han hecho escuela en el mundo de la música?

Tanto como escuela no creemos. Creemos que hemos dejado huella, mucha huella. A la luz de los años que llevamos y de la cantidad de gente que ha llegado a ver nuestros conciertos, desde luego, y de testimonios y testigos que han sido, pues sí. Pero es que todavía nosotros tenemos mucho que aprender.

La Factoría del Ritmo quiere agradecer al grupo y a Sara Moreno (de Background Noise) las facilidades dadas para poder llevar a cabo esta entrevista.

Videoclip de la canción “El mundo al revés”:

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