La pandemia le puso las cosas difíciles a un nuevo grupo que estaba deseando dar a conocer su música, ahora se están despachando con furor para presentar su segundo trabajo: “Contratos de viernes noche”.
En la zona interior de la provincia de Alicante está la población de Ibi, lugar en la que nació la banda de rock and roll Malditeria en el año 2017.
Los músicos que dan vida a Maldieteria vienen de un proyecto anterior, Skakeados, pero en cierto momento decidieron evolucionar, reinventarse y crear un nuevo concepto, abrazando otro estilo musical y volcando toda su ilusión en nuevas canciones.
En 2020 lanzaron “Zozobra”, un notable debut del que a día de hoy se sienten muy orgullosos.
Ahora tienen muy reciente un nuevo trabajo, “Contratos de viernes noche”, que es todo un álbum conceptual, con canciones unidas por un hilo conductor y el suplemento de un relato complementario que se puede leer en su web oficial.
Malditeria son: Arturo Bonay (voz y guitarra rítmica), Raúl Egido (guitarra solista y coros), Joan Bernabeu (batería y coros) y Nando Rico (bajo y coros).
Venís de un grupo anterior, llamado Skakeados, en los que tocabais tres de los fundadores de Malditeria. Aquel grupo hacía ska-punk y parece ser que queríais evolucionar como músicos y cambiar de estilo. ¿Consideráis que el ska-punk es un estilo demasiado sencillo de componer y tocar? ¿Qué valor tienen para vosotros las bandas que han triunfado dentro de ese sonido?
Realmente el cambio de estilo no fue basado en la búsqueda de un género más complicado de componer o de tocar, simplemente nos encontramos con que coincidimos en nuevas inquietudes musicales y es por esto que decidimos cambiar el rumbo. La evolución como músicos viene dada por el simple hecho de seguir tocando y aprendiendo, al final tanto trabajo también se ve recompensado. No consideramos que el ska- punk sea un estilo fácil como tal, es como todo, al final la complejidad reside en lo que los compositores o intérpretes quieran comerse el coco, creemos que se pueden hacer cosas más mediocres o más elaboradas en cualquier estilo musical. Para nosotros estas bandas tienen mucho valor ya que nos hemos criado con ellas, y todavía suenan canciones de estos grupos en la furgoneta mientras estamos de gira.
Aquello fue en 2017. Pero hasta 2020 no lanzasteis vuestro primer disco, “Zozobra”. ¿Si no hubiéramos sufrido la pandemia mundial de COVID-19 habría ido más rápido el lanzamiento de vuestro trabajo?
Desde luego que sí, la pandemia nos obligó a replantear la estrategia de lanzamiento del disco porque no podíamos apoyarlo con los conciertos, que al final es de lo que se sostiene un grupo. Cabe decir que aunque no pudimos hacer todos los conciertos que nos hubiese gustado, la repercusión fue muy buena y además pudimos recorrer carretera, que para los tiempos que corrían, estamos más que agradecidos.
Aunque el grupo lo fundasteis 3 músicos de Skakeados, sabemos que ha habido cambios posteriores en la formación… ¿podéis repasar para nosotros la evolución en cuanto a músicos de Malditeria?
En primer lugar, el grupo fue formado por Raúl Egido (guitarra principal), Arturo Bornay (guitarra base y voz) y Jorge Vilaplana (bajo). Más tarde fichamos a Nando Rico como batería y así concluimos la formación. Después ocurrió que el bajista, Jorge, tuvo que abandonar la banda por motivos profesionales y fue ahí cuando decidimos que Nando pasase al bajo, que es su instrumento principal y fichamos Joan Bernabeu, que pasó a ser nuestro nuevo batería. Con esta última formación es con la que hemos realizado todos los conciertos que se han hecho hasta ahora ya que Jorge solo participó en la grabación del primer álbum en estudio.
En aquel trabajo incluisteis una versión de Antonio Flores, “Lejos de aquí”, que conocisteis por una escena de la película “Colegas”. ¿Qué os atrajo de esa canción para llevarla al terreno del rock?
Pues estábamos grabando por aquel entonces las “Covid Sessions”, eran tiempos de pandemia y todavía no se podían realizar conciertos en directo así que se nos ocurrió grabar, en directo, algunas versiones que nos habían impactado para después subirlas a nuestro canal de Youtube. Después de haber grabado algunas, Nando nos comentó que un amigo suyo le había enseñado una escena de la película “Colegas”, en la que Antonio Flores, salía cantando una canción inédita en su carrera y que estaba realmente bien. A la banda le encantó y entonces Raúl se puso a trabajar en la versión que posteriormente grabaríamos y que en nuestra opinión tiene un toque muy nuestro.
Aquel disco tenía una portada perturbadora, por la simpatía que transmitían los animales, pero lo chocante de las pintadas adicionales que transforman un encuentro distendido en una fiesta desfasada. Esa portada era fue obra de Desi Garrido, quien también ha hecho la portada del nuevo álbum, con un estilo bastante diferente, aunque si uno se fija bien ve el sello personal del autor en ambas. ¿Qué nos podéis contar sobre estas dos portadas? ¿Aportasteis ideas o todo fue concebido por el ilustrador?
Para el desarrollo de ambas portadas se hicieron varias quedadas con Desi contextualizando un “briefing” (esquema) básico sobre lo que se quería plasmar y como se podría hacer. En el caso de nuestro primer álbum “Zozobra” se pretendía buscar un toque rebelde y alocado, como se puede apreciar en la composición de la foto y añadirle un toque distintivo mediante la ilustración aplicada creando un collage, la representación de los perros es una versión cómica de cada uno de los miembros buscando una cierta similitud entre la raza del perro y el componente de la banda.
En cambio, el álbum “Contratos de viernes noche” se busca un toque más introspectivo y sensible por parte del grupo, una síntesis todas las canciones mostradas en una sola imagen, pero sin buscar el tono cómico del álbum anterior sino un tono más elaborado y más serio. Todos y cada uno de los elementos que se aparecen en la portada hace referencia a una canción concreta del álbum como por ejemplo, el cráneo de bestia hace referencia al tema de “Jade y semillas” el coche destruido a “Arde” y así sucesivamente
“Zozobra” se publicó en 2020. ¿Cómo veis ahora ese primer disco?
Pues lo vemos con cara de orgullo, es el disco con el que materializamos nuestro proyecto y la verdad es que es un gran reflejo de quienes somos. Evidentemente hemos seguido evolucionando, experimentando y creciendo como músicos y como personas, pero es cierto que estamos muy contentos con “Zozobra”. Tuvo una muy buena acogida y con ese disco pusimos las cartas sobre la mesa.
Ahora tenéis un disco muy reciente, “Contrato de viernes noche”, que lo habéis grabado Boira Estudio, propiedad de vuestro bajista, Nando Rico. ¿Ha resultado muy diferente grabar este disco que el anterior?
Creo que la principal diferencia entre la grabación de este disco y el anterior es que todos los miembros hemos podido convivir más, e involucrarnos de igual modo en todo el proceso. Grabar en un estudio al que puedes llamar casa es una experiencia enriquecedora, ya que nos permite dedicar muchísimo tiempo a cada canción, a cada idea, y además no tenemos que acatar ningún horario de oficina.
De la composición principalmente os encargáis Raúl, guitarrista, y Arturo, vocalista. ¿Qué os inspira para crear los temas? ¿Las canciones se transforman mucho cuando llegan al estudio y le dais vida entre los cuatro?
La inspiración en nuestras canciones creo que converge en el mismo punto que es la realidad que vivimos, es decir, nos fijamos bastante en nuestro entorno, en nuestras vivencias, en nuestras emociones y algunas veces también buscamos refugio en las vivencias ajenas, pero siempre contadas desde nuestras propias percepciones. En cuanto a la segunda pregunta, hay de todo, hay canciones que si se transforman bastante en el estudio y hay otras que prácticamente salen tal cual se concibieron, ahí manda la propia naturaleza de la canción.
Antes de lanzar el álbum publicasteis dos singles, con su propio videoclip: “Contratos de viernes noche” y “Sombras chinas”. Hoy en día es fundamental complementar las canciones con piezas visuales para llamar la atención del público. ¿Para vosotros tiene atractivo realizar esos videoclips o añoráis aquellos años en que no resultaban necesarios?
En mi opinión hay una doble lectura de esto, por una parte, nos gusta mucho hacer videoclips porque es una forma más de expresión artística y además al no ser nuestro sector, el audiovisual, pues colaboras con directores que te aportan otra forma de crear y es muy interesante. Lo malo de todo esto es que evidentemente la mayoría de grupos no tienen un presupuesto para hacer todos sus temas en videoclip y es una pena que buenísimas canciones pasen desapercibidas por no estar acompañadas de material visual.
¿Qué nos podéis contar sobre las personas que han dirigido y realizado esos videoclips?
En el caso de ‘Sombras Chinas’, hemos trabajado con Carlos Serrano, de CSG Works, persona de confianza y con la que habíamos trabajado en varias ocasiones, en videoclips como “Sólo quería jugar” o “Me estoy rehabilitando”. Hemos contado con él en todos estos vídeos porque nos encanta su visión de lo que hacemos y tiene una forma muy particular de plasmar las ideas que exponemos. El videoclip de “Contratos de viernes noche” está dirigido y realizado por Santiago San Martín, director argentino que conocimos por otros contactos y con el que ha sido muy sencillo trabajar, por su seriedad y profesionalidad.
En el libreto del disco viene un texto, que inicia un relato que se desarrolla en las 11 canciones y se completa con un texto recogido en vuestra web. ¿A qué atiende esta idea de desarrollar un concepto de esa manera tan particular?
Esta idea ya surgió en “Zozobra” de la mano de Raúl, que quiso escribir un pequeño relato en forma de historietas que tenían un paralelismo con las canciones y su orden, y acababan por conformar un relato conjunto. La verdad es que es un escrito genial, y Raúl ganó un concurso de relatos con él, no digo más. Así pues, Raúl también quiso hacer lo propio en este segundo disco y, en esta ocasión, los demás miembros también aportamos ideas para darle más consistencia a la historia.
Cuando lanzasteis vuestro primer disco en alguna entrevista destacasteis la labor de vuestra mánager. Clara Miota. ¿Seguís trabajando con ella? ¿Qué aporta un buen mánager a una banda como la vuestra?
Sí, por supuesto que seguimos trabajando con ella, Malditeria somos 5. Ella, además de llevar las riendas de las redes sociales y la página web, se encarga de buscar eventos, negociar condiciones, crear contactos… Es algo fundamental que alguien se encargue de esta faceta. Los músicos también estamos presentes en las negociaciones y aportamos ideas y posturas, claro, pero es necesario que alguien dedique todo su esfuerzo a esa labor, para que nosotros no nos olvidemos de lo más importante: hacer (buena) música.
Sois una banda que da mucha importancia a las actuaciones en vivo. ¿Cómo son vuestros directos?
Creo que Malditeria es una banda que gana en directo, porque lo vivimos de una forma muy particular. Es cierto que todas las bandas suelen dar más caña en vivo, pero a nosotros nos acompañó la frustración de tener que cancelar nuestra primera gira por culpa de la pandemia, con el disco recién salido del horno, y las ganas de pisar un escenario eran casi desesperantes. Lo bueno que tuvo este parón es que trabajamos muchísimo y nos preparamos aún más para cuando pudiésemos subir a las tablas. Ahora, como consecuencia, vivimos los bolos como si fueran los últimos, estamos constantemente pensando ideas de acting o escenografías, tenemos varios set-list, que son dinámicos y se ajustan a la necesidad de cada bolo y a cómo nos sentimos. Ya sabéis, al próximo…no podéis faltar.
Se suele comentar que el rock ha dejado de atraer a las nuevas generaciones. ¿Qué tipo de público acude a vuestros conciertos?
En cierto modo se cumple ese tópico, estamos en una época en la que el rock se queda en un segundo plano en lo que respecta a las nuevas generaciones. Me atrevo a reprochar que hemos llegado a un punto en el que es más importante llegar a las grandes masas con canciones hechas para oídos poco exigentes y que el talento queda relevado a un segundo plano con el fin de ganar pasta o fama por cualquier medio.
Sin embargo, siempre hay usuarios simpatizantes del estilo o que están relacionados con este como por ejemplo el punk, heavy, jazz, etc… Aunque no se trate de el mismo gusto musical hay un respeto por el trabajo que el grupo realiza y eso se plasma en el apoyo que te da el público en los conciertos, esa es la chispa que despierta la pasión de todo músico.
¿Qué proyectos tenéis previstos que podáis compartir con nuestros lectores?
Por el momento, vamos a seguir trabajando en los conciertos, en ofrecer un buen espectáculo y seguir abriéndonos paso con nuestro rock maldito.
Y para terminar, desearos mucha suerte y pediros que nos recomendéis algún otro grupo de Ibi o de Alicante en general.
Muchas gracias por la entrevista, y nos vemos en los conciertos, recomiendo The Ubangi Stomp.
Vídeos de las canciones “Contratos de viernes noche” y “Sombras chinas”:
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).