El cantante de la banda madrileña Obus saca su tercer disco en solitario, en el que da rienda suelta a algunas de sus otras inquietudes musicales.
¿Cómo está Fortu? ¿Tenemos Fortu para rato?
Fortu está con mucha ilusión, muchos sueños y muchas ganas por hacer cosas. Y eso que las cosas no estás fáciles tras la pandemia. El mundo de la cultura en general y el de la música en particular, ha sido uno de los sectores más golpeados por la crisis generada a raíz del COVID. Habrá que ir recuperándose pasito a pasito.
Para los seguidores de Obús: ¿qué pueden encontrar en este disco diferente a lo que puedan escuchar en Obús?
Es un disco de Fortu, no es de Obús. Es un concepto completamente diferente a lo que escucharían con la banda, pues está compuesto por pinceladas de lo más variopintas: rock sureño, santanero, setentero…Vamos, lo que son mis principios. De ahí que me haya rodeado de Javier Vargas, un profesional del blues y de este tipo de música y créeme que hemos acertado. De ahí el resultado: un producto muy a lo Allman Brothers, rock latino, más armonioso, que ha dado lugar a cuatro temas inéditos más tres bonus-tracks en forma de canciones tocadas con Tommy Aldrigde (de Whitesnake) a la batería, Pepe Bao y Carlos Creator más un tema grabado en New Jersey por el bajista que trajo Billy Joel cuando visitó España junto a gente de la Walt Disney. Hay mucha variedad en las canciones, aunque el timbre clásico de voz de Fortu sigue ahí.
Es tu tercer disco en solitario, tras “Tras tus huellas” y tras ese primer proyecto “42” que contenía “Que se pare el mundo”. ¿Es un disco continuación de estos dos?
No. Es otra forma de jugar en la música. Soy una persona que está siempre reinventándose. Toco lo que tengo en el corazón en ese momento. De ahí que suene diferente de una vez a otra. Y tengo todavía espinas clavadas como el flamenco. Creo que no me moriré sin grabar un disco de flamenco.
He escuchado el disco un par de veces antes de la entrevista y lo que me he encontrado es una amalgama de cosas, variopintas y con estilos muy diferentes. “Rompes mi corazón” suena muy atemporizada la voz al principio. “Revolución” suena más a Obús, en especial en el estribillo. O “Como el viento” un medio tiempo que va ganando revoluciones o “ Tras tus huellas”, que llega a tener un aroma a Ozzy. Y acabas con “Isabel”, un tema donde la voz de Yosi no necesita cantar para salir un producto redondo.
Cierto, cierto. Ahí, por ejemplo, a Yosi se lo comenté, que era un tema hecho para él, que era quien mejor lo iba a interpretar. O “Tu cuenta-atrás”, uno de mis favoritos. Será el tercer single y seguro que sorprenderá.
Poco antes de empezar el confinamiento estuve contigo y con Paco hablando sobre el último disco de Obús. Este disco se entiende que es “made in confinamiento”. ¿Habría salido una criatura diferente de no haber mediado el mismo?
Yo creo que ni hubiese nacido. Es producto de la rabia, de lo mal que lo hemos pasado. Todo esto me ha hecho mucho que pensar y he tenido mucho tiempo para componer y escribir. Y tengo todavía más cosas preparadas. Ya saldrán.
Has reunido a una serie de músicos, cada uno de su padre y de su madre. Gente de Jarabe de Palo, de la Vargas Blue Band, de Perales… ¿cómo se conjunta a un grupo tan heterogéneo para que quede algo tan compacto?
Pues es una labor muy fácil. Y es que son todos supermusicazos. Son mercenarios de la música pero son unos profesionales de cabo a rabo. Y todos de primer nivel.
¿Dónde quedó el título de “Para lo que me queda en el convento, me cago dentro”?
(Risas) Bueno, eso fue algo que le comenté en broma a un periodista amigo de Almería. Estábamos confinados y fue algo que me surgió a bote pronto.
Tienes un disco grabado en Nueva York, otro en Bilbao y el de ahora en Madrid. ¿Qué buscas con tanta localización diferente?
Bueno, en esta ocasión, era fácil, pues este era un punto intermedio geográfico para todos los músicos. Además, como era durante el confinamiento, pues tuvimos que venir con permisos de desplazamientos para poder grabar. Y venir aquí (a Madrid) era lo más sencillo para todos.
Esa portada, medio león, medio Fortu. ¿qué has querido expresar? ¿esa revolución de la que hablas en el tema?
Bueno, yo siempre he sido algo salvaje, algo así como el león. Fernando Landeras, que es quien diseña las portadas de los discos de Obús, ha hecho un trabajazo y, como me conoce, ha parido una portada genial.
¿Qué parte de la carga cromosómica de la criatura es de Javier Vargas?
Desde el punto de vista compositivo nada, pues todo es obra mía. Pero ha puesto su sapiencia y arte en la forma de tocar la guitarra. Y, por supuesto, su manejo en este estilo de música, para hacer la producción.
El otro día te oí en una entrevista que te encantan los realities televisivos y que ahora te llamaba la atención uno de la ETB vasca porque es de supervivencia extrema. ¿Cuánto de reality tiene el negocio de la música actual? ¿Es ahora mismo la música rock un reality de supervivencia extrema?
Ostras, que pregunta…En el rock siempre hemos sido supervivientes extremos. Nadie nos ha regalado. Nos han tumbado mil veces, pero nos hemos puesto de pie otra tantas veces más para seguir combatiendo. Creo que somos unos supervivientes natos.
También te he oído que una de tus espinitas clavadas es un disco de flamenco ¿Te atreverás algún día? ¿Y con algo más melódico (como tú admirabas a Camilo Sexto) o algo más disco (tu añorado Tino Casal)?
Buff…Camilo cantaba del copón y Tino…que te voy a decir de Tino. Era mi amigo, mi maestro, mi amor, mi consejero…Era todo. Le sigo queriendo, esté donde esté. Pero un disco de este estilo o del de Camilo, no creo. Puedo participar en concursos o historias de ese tipo, divertidas. Pero a grabar no me veo. Flamenco, en cambio, sí. Tomatito es mi vecino de calle y cualquier día coincidiremos y grabaremos algo.
¿Algún proyecto más in mente que no sea musical? ¿Lo de la cocina te sigue tirando? Que sepas que fui a Chinchón exclusivamente a comer en tu chiringuito y ya estaba cerrado…
Bueno, eso ya fue hace tiempo…Soy una persona muy inquieta. Ahora mismo estoy preparando una obra de teatro. Estoy terminando el guion y quiero estrenarla en Enero en Almería. Es una obra de teatro que haríamos la Mari (que es mi madre), la Yoli (mi pareja) y yo y se basa en los mejores videos de Tik-Tok que tenemos. Se titula “Cojones, como te pones…” y va a ser muy divertida. También estoy escribiendo un libro sobre cocina, pues además de músico soy cocinero.
¿Qué le ha dado la música a Fortu?
Me ha dado todo. Amistad, amigos, momentos muy buenos, pero también hay berrinches, cabreos…Me ha dado mucho y espero que siga dándome más, pues tiene tiempo todavía por aguantarme. Ya lo siento por la música.
Y Fortu: ¿qué le ha dado a la música?
Pues también le he dado cosas. Creo que he creado escuela, tanto por la forma de cantar como por la forma de componer, de trabajar, etc. Es un orgullo que haya grupos que quieran interpretar mis canciones. Pero, al igual que en la pregunta anterior, creo que tengo cosas todavía que aportar a este mundillo. También me queda mucho por aprender. Y lo que aprenda, me gustaría enseñárselo a la gente joven.
¿Quién le ha roto el corazón a Fortu?
Pues mi corazón me lo rompe el ser humano, las personas que no saben cuidar el planeta que tenemos. Esto es una reivindicación por este planeta, que se está quejando, que está sufriendo por ver como lo tratamos. Si no ponemos de nuestra parte, el planeta se va rebelar. Hay que aprender a tratarlo. Eso es lo que rompe mi corazón todos los días.
La Factoría del Ritmo agradece a Fortu y a Sara de Background Noise las facilidades para realizar esta entrevista.
Videoclip de la canción “Rompes mi corazón”:
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).