Un álbum reeditado en vinilo a destacar, de un grupo adelantado a su tiempo que mereció mejor suerte.
M-ak son uno de los grupos vascos de música rock que menos aceptación por parte del público obtuvieron durante los años 80, momento en que los sonidos más duros y reivindicativos triunfaban, vinculados a la etiqueta “Rock Radical Vasco”, un término que muchos rechazaban pero que permitió englobar a un conjunto heterodoxo de formaciones con ciertas señas de identidad comunes y que sirvió para que el público de fuera de Euskadi y Navarra, a nivel estatal e internacional, se fijaran en ellos y en la “movida” cultural que allí se cocía.
Los nombres más populares vinculados a esa etiqueta fuera de su tierra fueron Kortatu (ska y punk), La Polla Records (punk), Eskorbuto (punk y rechazadores natos de la etiqueta) y Barricada (hard rock y rock urbano, a un paso del heavy metal).
Pero en tierras vascas además de estos grupos también triunfaban especialmente Hertzainak, Cicatriz, M.C.D., Parabellum, RIP y Tijuana in Blue.
El tirón de todos estos grupos era tremendo, sus discos se vendían bien y sus actuaciones atraían público cada fin de semana.
El éxito de estas bandas tuvo como contrapartida que otros grupos con propuestas de rock diferentes lo tuvieran mucho más difícil para captar al público, siendo tachados de “raros”, “blandos” o poco comprometidos con las reivindicaciones políticas de aquellos.
Afirmaciones muchas veces superficiales o infundadas, que pusieron cuesta arriba las cosas para grupos Delirium Tremens, Doctor Deseo o la agrupación que ahora nos ocupa, M-Ak.
El grupo nació de la combinación del talento creativo de Xabier Montoia y Kaki Arkarazo.
Xabier Montoia había abandonado Hertzainak, grupo que fundó pero que abandonó cuando comenzaba a despegar su éxito por diferencias con el resto del grupo debido al rumbo estilístico que parecía tomar el proyecto inicial.
Por su parte Kaki Arkarazo, aun siendo muy joven ya tenía una larga experiencia, habiendo trabajado como músico de verbena, tocado en varias formaciones y realizado alguna grabación como técnico o productor.
Ambos compartían la pasión por la música y una atracción sin límites por infinidad de tendencias del rock y también por otros géneros muy diversos.
M-Ak se convirtió en un canal perfecto para canalizar sus inquietudes musicales, con una actitud libérrima. Lanzaron una primera grabación repleta de colaboraciones (“Mmmm”) y después se transformaron en un grupo más al uso, con una formación estable, en la que el percusionista Anjel Valdés ocupó un importante lugar y Pepo y Alberto Saiz de Murieta se ocuparon en una primera etapa de bajo y la batería, dando el relevo más tarde a Fernan Leiza y Mikel Irazoki, siendo el primero después sustituido por el hermano de Mikel, también de nombre Fernando.
M-Ak fueron pioneros en fusionar el rock en euskera con elementos funk, latinos y rap, pero sus tres primeras grabaciones (tras el citado debut, llegaron “Emeak, eta Arrak” (Nuevos Medios, 1986) y “Zuloa” (IZ, 1987)), no lograron conectar con el público, si bien la crítica sí que les dedicaba alabanzas.
Fue en 1988, cuando tuvieron la oportunidad de girar como teloneros de Kortatu, cuando el público comenzó a fijarse en ellos y ya siendo más conocidos, publicaron este disco, “Barbatu Ama”, en el que habían madurado su concepto y mostraron la mejor versión de sí mismos.
El disco lo produjo Kaki Arkarazo, con la ayuda de Anje Katain en los controles. Los músicos que lo grabaron fueron Kaki Arkarazo (guitarra), Xabier Motoia (voces), Ferna Irazoki (batería), Mikel Irazoki (bajo) y Anjel Valdés (percusión).
Contó con algunos músicos invitados, en los que hay que destacar a Fermin Muguruza en la canción “Bloody Mary”.
La portada recoge unas imágenes de Martxel Arkarazo, el hijo de Kaki, con dos años de edad, jugando en un hogar muy desordenado (hoy en día trabaja como técnico de sonido junto a su padre en los estudios Garate).
El disco se abre con “Txo Ixildu!”, que comienza con unos vientos y percusiones latinas, evolucionando hacia el funk rock (tremenda la línea de bajo slap) , incluyendo riffs duros en el estribillo, porciones de aire latino y hasta una incursión en el rap. Este corte es un buen resumen del álbum.
Le sigue “Menua”, que comienza con un bajo slap que da paso a unas guitarras sobre las que navegará una voz introspectiva, todo sustentado por una batería básica y contundente.
“Munduan Zehar” es un trallazo hardcore, intenso y breve.
“Deabrua Teilatuetan”, es un rock animoso, aderezado con trompetas y un estribillo pegadizo. Este título se utilizó años más tarde para dar nombre a un cuarteto de Tolosa, que debutó en 1995 con el disco “Zein da zein?”.
“Euskalduntze metodo arina” se muestra festivo e irónico, retratando el panorama político vasco del momento.
“Mark Knoplfer Nere Atzetik Dabil” recurre a guitarras duras como protagonistas, en un corte que descontextualizado podría considerarse como parte de un repetorio de hardrock.
“Prometeo Izagirre” comienza con una línea de bajo y una sucesión de elementos que recuerda a la introducción de la canción “Kolore bizia” del álbum “Borreroak Baditu Milaka Aurpegi” de Negu Gorriak (tema y álbum posteriores, de 1993). El tema mantiene la importancia de la línea del bajo durante toda su duración, con Montoia recitando con voz grave y tristona, con leves incursiones en una suerte de vals.
La cara B se abre con “Barkatu Ama”, el corte que da título al álbum y que es un tema de poderoso funk rock, con un estribillo lleno de gancho y un llamativo final en el que se abre paso un solo guitarrero al estilo heavy metal que se corta abruptamente.
Después llega “Pistolaren Mintzoa”, un tema que versionaría Negu Gorriak en su tercer álbum, de tremenda letra sobre la falta de un horizonte de entendimiento en su tierra.
“Bloody Mary”, en la que participa Fermin Muguruza es un contundente rock, con un contraste de velocidad en diferentes porciones de la canción.
“Txipetan memoria” es una canción donde predomina el funk, gracias a la línea de bajo slap, las percusiones en primer plano, los arreglos de viento y la voz a un paso del recitado de Xabier Montoia. Las guitarras tienen un lugar reservado en el estribillo y se muestran comedidas y con pulso funk, hasta que explotan hacía un guitarreo más estándar, para desembocar de nuevo en el mismo ambiente del comienzo de la canción.
“Eddie Cochranen Balada” vuelve hacia el rock, pero con un tono melancólico que recuerda a The Smiths, con la voz de Xabier sufriendo entre una tormenta de guitarras.
“Opor Guztietako Zalantza” incursiona en el punk, con ritmo descarnado a toda velocidad, solo frenado por unas porciones en las que la voz se queda en solitario.
“Desargertze Bitxia” es un corte lleno de tensión, con Xavier en su formato de voz recitadora, sobre una batería contundente y unas guitarras que rechinan y se balancean, cercanas al noise.
El disco se cierra como “Armoak asmo”, con la voz de Montoia emocionada cantando entre un mar de guitarras tormentosas como protagonistas, en donde el bajo y la batería quedan al fondo.
Visto en perspectiva “Barkatu Ama” es un álbum fantástico, que ha soportado muy bien el paso del tiempo. Incluye elementos muy innovadores en su momento, pero utilizados con buen gusto y colocados en su justa medida, contribuyendo al conjunto pero sin mediatizarlo. Sin duda es un disco de rock, abiertos a los elementos que hemos venido señalando (funk, latino, rap), pero que solamente sirven para aderezar la sólida base pergeñada por los músicos y el productor.
Incluso aunque este disco se hubiera publicado mucho después, y no fuera innovador en la inclusión de esos elementos, seguiría siendo un gran álbum y muy aconsejable, que va creciendo en cada escucha.
Para los fans de Negu Gorriak, escuchar “Barkatu ama” es especialmente recomendable (en realidad la escucha de toda la discografía de M-ak), pues aunque lo evidente ha sido siempre vincular a esa banda con el precedente de Kortatu, prestando atención a este álbum se encuentran muchas de las ideas que luego desarrollarían los Negu.
La reedición que ha realizado Elkar se puso a la venta en el año 2015, aunque se puede encontrar con facilidad en las secciones de vinilos de tiendas de discos de cierta entidad. Está fabricada en 180 gramos, tiene buen sonido y el encarte respeta el original, con una doble hoja interior donde se incluyen las letras, exclusivamente en euskera, y los créditos.
Por último señalar que M-ak lanzó un álbum más en el año 1990, “Gor”, con el sello Zarata. Pero que el proyecto se disolvió, probablemente por la falta de aceptación por parte del público, y por la necesidad de Kaki Arkarazo de volcarse en los muy exitosos Negu Gorriak.
Actuación de M-ak interpretando la canción “Barkatu Ama” en el programa de Televisión Española Plastic en el año 1989.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).