Aspid siguen dando guerra y lo hacen de nuevo con un disco bajo el brazo, un disco que recoge la herencia más clásica y que apuesta claramente por un nuevo sonido fruto de lo que podíamos llamar su evolución artística desde los inicios del grupo a finales de los ochenta.
Es una pena que esta banda no haya recibido aún todo el reconocimiento que se merecen. Desde que 1994 editaron su “Imágenes de dolor” han demostrado que tienen calidad suficiente para estar junto a las bandas más grandes del heavy metal español. Como siempre, han dotado a los 6 cortes que componen el disco de una gran fuerza y unos ritmos muy dinámicos, lo que hacen que para nada sea un disco aburrido o pesado. Los temas incluidos en el directo, estudiados a más no poder, están ejecutados con maestría, y se caracterizan por parecer engañosamente sencillos. Cada acorde tiene su lugar, dejando prevalecer en todas las canciones la sensación de grupo y homogeneidad musical.
Los temas incluidos en el plástico son bastante variados y con en ellos se aprecian claramente las influencias de la banda. Tan pronto nos encontramos con cortes de auténtico heavy metal de los 80 como puede ser “sueña por mí” o “Que el fuego hable” que contrastan con otros cortes eminentemente más rockeros. Sin duda son un grupo con ideas que fusionan dos estilos en sus composiciones el heavy metal de toda la vida con matices más rockeros. Con esta fusión se obtiene un resultado notable, aunque queda un poco desmerecida por una producción que no está del todo a la altura de las circunstancias, y esto es algo en lo que hay que incidir.
Aspid son sin duda un buen grupo que si se les puliese un poco más podría llegar a ser algo serio. Este Cd es una buena carta de presentación que seguro superarán en sus próximas entregas. Suena bien, potente, y hay momentos para todo. Si eres un amante del buen heavy metal con reminiscencias ochentenas, seguro que no defraudan.
Comentario por: Cristina Cuenca
(Fecha de publicación: 14/10/2004)
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