Tras la resaca Rosalía venía una jornada más tranquila y menos abarrotada en la campa del monte Kobetas. A pesar de no contar con grandes cabezas este día, nos reservó muy buenos momentos.
Comenzamos la jornada por nuestro escenario favorito desde el año pasado, el escenario Firestone. Y tiene su razón de ser. Las bandas que allí se congregan aún no han acabado de explotar pero tienen un potencial de media muy bueno. Es el momento ideal para descubrir nuevos talentos o de comprobar en directo si lo que habías ojeado en YouTube o buceado en las listas indie de Spotify tenía o no una base sólida. Prueba de ello es el inenerrable bolazo que se marcaron el año pasado unos cuasidesconocidos Carolina Durante, absolutamente desaprovechados para el show que nos ofrecieron. Un escenario medio, como el Bestean de este año, les hubiese sacado mejor partido.
Con esta premisa, nos dirigimos a ver a Las Ligas Menores, banda argentina de indie rock, que viene pisando fuerte desde 2011 pero que aún no ha acabado de explosionar en nuestro país. Colegas de sello de otras bandas como El Mató a un Policiá Motorizado o Bestia Bebé, beben del Lo-Fi noventero pero lo traducen en un indie más actualizado y con mejores medios, tal como podemos comprobar en su último trabajo publicado el año pasado, “Fuego Artificial”. Anabella Cartolano, Pablo Kemper, Micaela García, Nina Carrara y Angie son pura energía en directo y no defraudaron a los que nos acercamos a ver su propuesta aunque arrancaran algo dubitativos, el sol pegaba de lleno sobre sus cabezas y la hora no animaba a la fiesta inicialmente, y con algún que otro fallo de sonido que solventaron con fluidez. Su gira “Contando Lunas” les llevará por España al festival Contempopranea (Badajoz) el 19 de julio, a Barranco (Navarra) al día siguiente y al festival Low de Benidorm el día 26.
Del escenario Firestone pasamos acto seguido al principal, Nagusia, para chequear a los Cupido, uno de los proyectos que más han crecido en 2019 en el circuito nacional sin lugar a dudas. Dentro de Cupido hay espacio para el pop eterno de los canarios Solo Astra, junto con los sonidos urbanos del trapero Pimp Flaco. Una fusión que ya es un sello característico donde no falta el autotune a cascoporro. Nosotros, enemigos acérrimos de esta herramienta musical tan extendida en la actualidad, no disfrutamos obviamente de su música como los cientos de fans que se congregaron a esa hora a verlos. Quizás la brecha generacional que nos separa es la culpable del poco interés que nos provocó. Sonaron temas tan conocidos como “U Know”, “Continúa”, “El tiempo es oro”, “5 Senti2”, “Milhouse”, “Telepatía”, “Autoestima” o su hit más pegadizo “No sabes mentir”.
Nada que ver el directo de Cala Vento, en una carpa que desprendía sudor como estalactitas, y que demostraron que con una guitarra y una batería se puede hacer un muy buen indie rock. Los que acudimos a la cita fuimos testigos de uno de esos directos que se te quedan marcados a fuego, quizás por lo inesperado de la hora o porque aún no habíamos tenido la suerte de compronarlo antes. Ya nos aváan avisado de su potencia este verano en otros festivales como Cruilla, Pulpop, Vida u Ojeando. Hay que hacer caso del boca oreja. Siempre.
Antes de pasar a ver a la propuesta excénica de los británicos The Good, The Bad and The Queen, picoteamos el directo de Nathy Peluso en el escenario principal. Queríamos pilar buen sitio para ver a Damon Albarn y su superbanda de folk inglés y estaba el tiempo apurado. La argentina apareció espectacular y santiguándose ante un público dispuesto a la fiesta. Todos los santos se pusieron de su parte, a pesar de algún que otro fallo de sonido, para que la fiesta no decayera. Su album “La Sandunguera” fué el protagonista de la noche con temazos como “Estoy triste”, “Hot Butter”, “Gime me some pizza” o el propio “La Sandunguera”. Hip hop, trap, R&B, electrónica, jazz y mucho, mucho calor argentino arropado por un semibosque plantado en el escenario como buena defensora que es del medio ambiente.
Por segundo año consecutivo pudimos ver de cerca en el marco del BBK Live a Damon Albarn, esta vez acompañado de su formación The Good, the Bad and the Queen y presentado su último trabajo “Merrie Land”. Esta banda está formada de retales de otras – lo que algunos denominan Superbanda – y que está formada por el propio Albarn (Blur, Gorillaz), el exbajista de The Clash, Paul Simonon, el exguitarrista de The Verve, Simon Tong y Toni Allen, batería de Africa 70. En cuanto a su show, ciertamente no pasó desapercibido ya que hubo una gran afluencia de público, quizás por lo poco atractivo que resultó ser, en general, la tercera jornada del festival, o quizás esperando a ver a Albarn de cerca, sobre un escenario abordable. La banda estuvo como la climatología – tibia – y con momentos algo duros. Por su parte, el señor Albarn escenificó, al más puro estilo Kurt Weil, su interpretación de “Marrie Land” hasta tal punto que hubo momentos en los cuales pesamos que nos encontrábamos ante una obra de teatro. Este tipo de conciertos pueden resultar motivadores y excepcionales cuando se tocan (o interpretan) en un local pequeño, en la intimidad, con poco público y, en definitiva, en otro ambiente, pero en el caso de una campa al aire libre, como Kobetas, no sugiere la inmersión necesaria para llevar a cabo la comunión perfecta banda-público. A pesar de ello, una gran mayoría de fans, con gran presencia de británicos, corearon sus temas desde “Gun to the head”, “The truce of twilight” o “Ribbons” de su nuevo largo o temas de su disco homónimo de debut como “Kingdom of Doom”, “History song” o “Three changes”.
Para rematar nuestros cuerpos desechos ya de tres días de sol y potencia musical, a pesar de un ligero txirimiri que amenazó por momentos una tromba al caer el sol, pasamos a ver el show de Weezer, primeros cabeza de cartel confirmados justo al finalizar la anterior edición. Correctos como siempre, empezaron muy fuertes con una triada de las que muchos se esperaban como remate de la noche: “Buddy Holly”, “Undone” y “Holiday”. No faltaron sus versiones festivas del “Happy together” de los Turtles que hizo bailar a todo el monte, conejos incluídos, sus fieles versiones de los ochenteros “Take on me” de A-ha y “Everybody wants to rule the world” de Tears for Fears, y, como no, su ya clásico cover del “África” de Toto que ya casi es más suya que de la banda original. Remataron con clásicos como “Porks and beans” y un encore con “Island in the Sun” y “Say it isn´t so” que nos ayudaron a sobrellevar mejor la cuesta abajo por el monte para coger los buses de vuelta.
Otro año más prueba superada y con mucho más ánimo si cabe para afrontar el reto del año que viene. Volveremos sin falta.
Este artículo también lo puedes leer en Nos Vemos en Primera Fila: http://www.nosvemosenprimerafila.com/2019/07/cronica-del-sabado-13-de-julio-en-el.html
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- Reportaje: “BBK Live 2019: Crónica del viernes 12 de julio 2019“.
- Galería de fotos: “BBK Live 2019: Del 11 a 13 de julio 2019, en Bilbao“.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).