Da la impresión que una nueva oleada de cantautores está explosionando justo en estos momentos en nuestro país. En los últimos tres meses hemos tenido constancia del debut de Luis Gago, el segundo álbum de Paolo Latrónica y el tercero de Pablo Sciuto. A éstos se suma el primer disco, “Agencia de Viajes”, de Andrés Lewin.
Estos artistas tienen muy poco que ver con la escena de cantautores de los 70, aunque sí que tienen alguna coincidencia con la “generación” de mediados de los 90. Pero merece la pena resaltar que entre ellos, a pesar de una falta de conexión “de facto”, tienen algunos aspectos coincidentes.
El más evidente es el aspecto temporal, que le hace vivir en el mismo momento y con el mismo estado de nuestro mundo desde el punto de vista occidental… globalizado, tecnológico, abierto en lo social y en conflicto con el resto del planeta.
Pero tal vez el más llamativo es la orientación musical, donde entran todos los estilos, con un papel destacado para el rock, y con un enfoque que lo mismo se podría haber defendido como banda, que con esa apuesta por el nombre solista. Hecho éste que en ocasiones parece más obligado por las circunstancias que buscado de propio intento.
También es un hecho que no pasa inadvertido, que de los cuatro nombres que hemos citado, tres son personas que viven en España pero nacidas en Sudamérica: Uruguay (Pablo Sciuto y Paolo Latrónica) y Argentina (Andrés Lewin).
El último aspecto que destacaremos es la naturalidad con la que hablan de los sentimientos y el amor, así como de otros temas… sin el pudor de los años 60 y 70, ni el temor a la censura, y sustituyendo los sueños utópicos por visiones más a corto plazo.
Andrés Lewin, aunque nacido en Argentina, se puede considerar en todos los aspectos un música madrileño, pues allí dio sus primeros pasos y ha ido evolucionando y madurando hasta su estado actual, el que se refleja en su disco debut “Agencia de Viajes Andrés Lewin”.
En él incluye 11 temas, donde habla con total naturalidad sobre sus inquietudes y sentimientos, incluida su forma de sentir el amor. El primer single del disco, “Despeinado”, es una canción de un chico para otro chico. Pero en el disco hay otras muchas temáticas y sensaciones, tal vez menos llamativas, pero igual de atractivas, interesantes y personales.
· En la hoja promocional que nos envió tu compañía se destacaba el hecho de que fueras homosexual. En un reportaje sobre músicos gays de El País de las Tentaciones te incluían. El hecho es que a mí, la orientación sexual de un artista me parece algo absolutamente secundario, y tan solo interesante para biógrafos profundos, que puedan contemplar ese aspecto como lo pudieran hacer con la afición del artista por una corriente cultural, un deporte o por los toros, por poner un ejemplo… En todo esto me surge una pregunta múltiple. ¿Estoy equivocado y en realidad esa condición sí es relevante? ¿Se pretende una explotación comercial de tu opción sexual? ¿Eres consciente y partícipe de ello o es cosa de la discográfica?
Sois los primeros que me hacéis esta pregunta de una manera tan directa, y me parece genial, porque así tengo la posibilidad de dejar clara esta duda que, seguramente, tendrá mucha gente.
La respuesta es: no hay ninguna intención comercial en el hecho de que yo sea gay. Como bien dices, mi orientación sexual es algo absolutamente secundario. Primero soy Andrés Lewin, una persona, y después, mucho mucho después, soy gay. No puedo estar más de acuerdo contigo.
Si yo tuviera grandes “intenciones comerciales”, el disco no sería como es, empezando por las estructuras de las canciones, que no respetan “las reglas del single”, siguiendo por el tipo de arreglos, y terminando por el mismo hecho de que mis letras estén dirigidas a chicos. Intento ser íntegro, tanto a nivel musical como personal, y por eso el disco es como es. Ni las estructuras ni los arreglos son comerciales, ni mi voz, ni nada, así que no sé por qué cabría esperar que intente ser comercial por otros motivos. Tampoco tengo ninguna pretensión anticomercial. Sólo quiero hacer lo que me gusta, y hacerlo como lo debo hacer, y que le guste a quien le tenga que gustar.
Quiero recalcar que no soy yo el que se cuelga la etiqueta de “cantautor gay”, sino los medios de comunicación, por el simple hecho de que les llama la atención y les parece interesante y resaltable. Yo no pretendo ser abanderado de nada.
Lo único que hago yo es ser totalmente honesto conmigo mismo. Mis letras son muy personales, y hablan de experiencias personales y de mi vida y mis sentimientos. Por tanto no tendría sentido que mis letras fueran personales en todo menos en una de las cosas más importantes que existe para los seres humanos: el amor y la sexualidad. Hago canciones dirigiéndolas a chicos porque me gustan los chicos. Así de sencillo. Para mí es lo natural, en mi vida cotidiana no escondo nada ni soy ambiguo, así que no voy a esconder nada ni voy a ser ambiguo tampoco en mis canciones. Si los chicos heterosexuales pueden escribir canciones de amor personales dirigiéndose a chicas, y las chicas heterosexuales pueden hacer canciones de amor personales dirigiéndose a chicos… ¿por qué no voy a poder yo como homosexual escribir canciones de amor dirigiéndome a chicos? Me niego a esconder mi sexualidad, y también me niego a ser ambiguo. Pero al igual que en mi vida, en mis canciones no hay ningún alarde de ello.
Por otro lado en el disco hay 11 canciones, y sólo dos hablan de “temas propios de los homosexuales”. “Vuela” habla del tema de salir del armario, y “Javi y Pablo” habla de las relaciones de los hijos homosexuales con sus padres, y de los homosexuales en los pueblos o ciudades pequeñas. Hice esas dos canciones porque me apetecía en ese momento hablar de esos temas, y me sigue apeteciendo, porque me parecen temas importantes y también interesantes. Pero la homosexualidad no es el tema predominante del disco, ni de mi vida… El disco habla del amor en general, de mis experiencias personales, de cosas de la vida… incluso de mi madre, y sólo hay dos canciones sobre “temas propios de los homosexuales”. Por otro lado creo que es totalmente lícito hablar de dos temas que pueden afectar más o menos al 10% de la población, y no por ello se me debe tachar de oportunista ni nada similar. Mucha gente lo pasa muy mal por vivir donde viven, y mucha gente ha tenido o tiene problemas para salir del armario, y mucha gente tiene malas relaciones con sus padres por tener unos padres intolerantes. Me parecen temas importantes e interesantes de los que se debería poder hablar. Si esto es oportunista, tampoco se deberían hacer canciones hablando del maltrato a las mujeres, ni ninguna canción de actualidad en ningún sentido. Y ya puestos, directamente nadie debería hacer canciones de amor porque el amor afecta al 100% de la población.
De todas formas, no me importa mucho que la gente se haga esta idea de mí, porque cualquiera que se ponga a escuchar el disco enseguida se dará cuenta de que en el disco, el hecho de que yo sea gay resulta absolutamente secundario.
Eso en cuanto a mí. En cuanto a la nota de prensa que envía la discográfica… yo conozco esa nota de prensa, y en ella no se hace hincapié ni se recalca el hecho de que yo sea homosexual. Lo que sí se hace es comentar algo que es un hecho objetivo y no tiene por qué ocultarse. En la nota de prensa se detallan todas las características diferenciadoras que me puedan definir… eso es lo que se hace en cualquier nota de prensa… Y entre todas esas “características diferenciadoras”, una de ellas, es el hecho, no de que yo sea gay, sino de que en las letras hablo con naturalidad del tema… Se trata de un pequeño comentario dentro de una nota de prensa de dos folios en los que se habla de muchísimas más cosas, como la producción del disco, el tipo de canciones, los arreglos, cómo son mis conciertos, la historia de mis maquetas… un montón de anécdotas…
Y el asunto es: ¿por qué no iba a comentar eso la discográfica? ¿Debería la discográfica no decir nada y que la gente simplemente se lo encuentre al escuchar el disco? Es una opción, pero a mí no me parece correcta, porque entonces parecería como si se ocultase algo que por otro lado es totalmente evidente, y no hay nada que ocultar.
En cuanto a lo de El País de las Tentaciones, ese artículo no habla de que yo sea gay, sino que es un artículo con un enfoque curioso sobre mí y otros artistas gays. En mi página quien quiera lo puede leer entero.
Y en cuanto a los medios de comunicación en general: ¿Se le debería decir a los medios “oye no comentéis que el chico es gay, ni tampoco que en las letras habla de tíos, porque parecería que queremos explotar su opción sexual y además eso desvirtuaría el verdadero contenido del disco”? Yo creo que eso sería ridículo. Además los periodistas deben decir lo que les dé la gana y si les dices eso se partirían de risa. Si yo no fuera “el cantautor gay” sería “el cantautor argentino”, y sería igual de absurdo porque de argentino no me queda nada. De hecho lo de argentino se resalta bastante y yo me pregunto qué importancia tendrá. Pero mira por dónde llama más la atención lo de “cantautor gay”. ¿Se les debería decir a los periodistas “oye, hacemos la entrevista sólo si no comentas que el chico es gay y habla con naturalidad de tíos en sus canciones?”
Si hay que pasar porque se resalte que yo soy gay, pues se pasa, es algo que a mí no me importa, sobre todo porque, como he dicho antes, cuando alguien escuche el disco se dará cuenta de que es algo totalmente anecdótico.
· Parece ser que hace un par de años comenzaste a tocar en el circuito de los cantautores de Madrid… ¿Cuándo comenzaste en la música? ¿Tienes algún proyecto o aventura musical previa a esa etapa?
Yo antes de empezar a tocar en locales de cantautores intenté formar grupos, pero ninguno cuajó, porque es muy difícil que un grupo de personas se ponga de acuerdo… que tengan el mismo interés por el grupo, que estén de acuerdo en el estilo, incluso que tengan el mismo horario… La verdad es que los grupos me parecen un milagro… Así que me puse a tocar en salas de cantautores esperando algún día poder tocar con músicos.
En total estuve en 4 grupos. Estuve en un grupo en el instituto, que era de versiones y en el que yo tocaba el bajo, después estuve en un grupo con una amiga, en el que yo tocaba el teclado y ella cantaba, y tampoco eran canciones mías. Lo que más duró fue un grupo que tuve con Luis Ramiro, que es un cantautor que dentro de poco conoceréis. Luis tocaba el bajo, yo cantaba, y hacíamos canciones de los dos. Los ensayos eran tremendos, nos gustaba mucho, y llegamos a hacer cosas muy bonitas, pero no salían conciertos, y además en esa época yo todavía tenía un gran miedo escénico, así que dejamos el grupo. Después formé otro grupo más pero sin Luis, que tampoco funcionó. Poco después Luis y yo decidimos tocar solo con nuestra guitarra y un micrófono. Mi miedo escénico persistía pero Luis me ayudó mucho a superarlo, sobre todo animándome constantemente a que toque en directo, organizando conciertos juntos… Desde que empezamos en plan cantautores todo fue mucho más rápido para los dos. Una diferencia brutal. Aparecieron salas que nos programaban, y gente de discográficas se interesaron en nosotros.
· Y hasta la grabación de “Agencia de Viajes Andrés Lewin” como fue evolucionando tu carrera musical…
Pues seguí tocando en salas de cantautores, sobre todo en Buho Real, de Madrid. Desde que firmé el contrato hasta que grabé el disco pasó un año, y desde que grabé el disco hasta que por fin estuvo distribuido pasó otro año. Todo muy despacio, lo que me dio la oportunidad de aprender muchas cosas. Sigo aprendiendo.
· ¿Cómo surgió la posibilidad de grabar el disco?
La historia es bastante curiosa…
Hace unos diez años, mi hermano y su novia conocieron a una persona que estaba durmiendo en el parque del Retiro por cuestiones circunstanciales. Entonces mi madre, mi hermano y yo, acogimos a esa persona en nuestra casa durante un tiempo. Después perdimos el contacto con él, y un buen día, en 2002, reapareció. Su vida había cambiado completamente y tenía una empresa de cuestiones de internet… El caso es que me hizo gratuitamente 1000 copias de una maqueta que yo tenía por aquel entonces, como una especie de “devolución” del favor que le habíamos hecho años atrás. Como tenía muchas maquetas, las repartí de manera totalmente caótica, dándosela a cualquiera por la calle o dejándolas tiradas por cualquier sitio para que la gente las encuentre. Un buen día esta persona me dice “conozco al director de Universal, le voy a pasar tu maqueta”. Y yo dije “buah, éste es un fantasma”. El caso es que otro día me llama y me dice que prepare un concierto, que iba a ir a verme gente de Universal. Pues yo preparé el concierto, y vinieron los de Universal. Fue un concierto con muchísima gente y muy entusiasta, el concierto salió bien… Una de esas personas de Universal hacía tiempo que quería montar una discográfica independiente, pero no había encontrado un artista a quien grabarle un disco, y ese concierto y mis canciones le gustaron mucho, así que todo encajó. Dejó Universal, hizo la discográfica independiente, Sustanzia Records, y grabamos el disco.
· En él has contado con el apoyo de músicos que han participado en discos de Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez, Andrés Calamaro… ¿Cómo se ha volcado tu discográfica en el proyecto? ¿Qué tal ha sido trabajar con esos músicos?
Ha sido increíble. Creo que he sido muy afortunado de que se involucrasen en mi disco, y que se volcaran en él como lo han hecho, con cariño y verdadera dedicación durante 4 meses.
El batería Pedro Barceló y el bajista Marcelo Fuentes son impresionantes, y lo que han hecho en mi disco me encanta. Lo mismo sucede con el guitarrista Gonzalo Lasheras y el teclista Tito Dávila, que a la vez son los productores del disco. Los teclados de Tito me parecen preciosos, y sus coros, en fin, mejoraron tres veces las canciones, son unos coros impresionantes. Podría contar muchas historias sobre la grabación pero sería demasiado largo. Me dieron total libertad artística para hacer el disco tal como lo quería, y eso es impagable.
Tampoco puedo olvidarme de mencionar los coros de Luis y de María Valverde, que son preciosos, ni los detalles de percusión de Nacho Sáenz de Tejada, incluyendo su theremin auténtico.
Me gusta contar cierta casualidad referida a Gonzalo Lasheras. Un buen día cayó en mis manos un disco llamado “Mano a mano de Silvio y Aute en las Ventas”, y me quedé fascinado con aquello. Ese disco me impulsó a conseguir una guitarra y empezar a componer canciones. Por azar del destino, el productor que apareció para grabar mi disco fue el mismo que produjo aquel “Mano a Mano de Silvio y Aute en Las Ventas”: Gonzalo Lasheras. Y para más inri, la productora de Gonzalo Lasheras se llama ‘Serendipity’ , que en inglés significa “accidente afortunado”. Es como si se hubiera cerrado el círculo.
· Recientemente hemos entrevistado a Luis Gago, un cantautor gallego con el que compartes ciertas similitudes… Música que tiene base en el rock, aunque abierta a otros estilos. Letras importante y aire general que os conecta más con el rock y el pop de los últimos 15 o 20 años que con el concepto tradicional, que al menos en España, se tiene de cantautor. ¿Conoces a Luis Gago? ¿Hay más cantautores, en el “underground”, con un planteamiento similar al vuestro?
El mundo es un pañuelo. Le conozco porque, curiosamente, el diseñador de la portada de su disco es mi compañero de piso.
Yo conozco a muchos “cantautores” del circuito de cantautores de Madrid, a los que se les podría aplicar lo mismo. Luis Ramiro, Marwan, Fulanos de Tal, Salvador Amor… Creo que para nosotros el hecho de que nos llamen cantautores es una cuestión de formato, de que en directo tocamos con nuestra guitarra, pero las canciones se pueden interpretar de muchas formas, sólo con guitarra o con una banda. Mi disco por ejemplo es con banda y tiene sonido de grupo, aunque las canciones se puedan tocar con la guitarra española…
La gente suele asociar la palabra cantautor con cierto estilo musical. A mí me gusta el concepto de cantautor en un sentido más amplio al que suele tener la gente. Para mí un cantautor es simplemente una persona que hace las canciones que canta. En ese sentido, también son cantautores Marilyn Manson, Madonna, Tom Waits, Calamaro, Manu Chao… Incluso muchos grupos consisten en un cantautor, una banda detrás, y un nombre de grupo en lugar del nombre personal del creador y cantante de las canciones. Yo me considero un cantautor sólo en ese sentido más amplio, al fin y al cabo yo siempre he querido tener un grupo, pero la cosa salió así.
· Precisamente Luis Gago ha declarado que sus momentos de inspiración y creatividad coinciden con los momentos en que la vida le da algún golpe… ¿Cuáles son los momentos que excitan tu creatividad? ¿Qué te produce la inspiración para crear las canciones?
Bueno, yo creo que eso es diferente para cada persona… A mí no me sucede eso en absoluto. Yo sólo puedo hacer canciones cuando estoy bien, aunque las canciones quizás sean tristes, las he hecho estando bien. Cuando una persona está deprimida de verdad no tiene ganas de hacer nada, y hace falta mucho esfuerzo y ganas y dedicación para hacer una canción. Cuando yo estoy deprimido, no hago nada. Hacer una canción para mí es una liberación, y en ellas suelo poner mis esperanzas, por eso todas mis letras tienen un toque esperanzador. Cuando estoy deprimido no tengo esperanzas.
No sé cuándo hago canciones porque soy bastante irregular… pero sí sé que necesito haber vivido cosas reales y tener nuevos sentimientos reales que comunicar a la gente, porque no tengo imaginación, y tengo que echar mano de lo que tengo más cercano: mi propia vida. Después la gente se puede sentir identificada con las letras, aunque sean muy personales, porque todos somos bastante parecidos en las cuestiones más básicas. “Habla de tu aldea y hablarás del mundo”. “Si tienes limones haz una limonada”.
· Con la edición del disco tu música está empezando a llegar a toda la península… ¿Tienes prevista una gira por todo el país?
Ayer estuve en Santander. He estado también en Navarra, Valencia, Sevilla, Toledo, y tengo conciertos por hacer en Málaga, Granada, Oviedo, Bilbao, Barcelona, Zaragoza y Galicia. Me encanta viajar.
· Eres de orígenes argentinos, aunque has vivido desde hace mucho tiempo en Madrid… ¿te sientes argentino o madrileño? ¿tienes pensado que tu música llegue a Argentina?
Vine a España con 10 años y ahora tengo 25, así que me siento más madrileño que argentino, pero tampoco me siento madrileño. Me siento Andrés Demián Lewin Pérez, que es mi nombre completo.
Supongo que cualquier música cantada en español es susceptible de llegar al continente americano. He recibido mails de gente de México, Chile, Perú, Ecuador, y muchos de Argentina.
· ¿Cuáles son tus gustos musicales? ¿Hay algún artista o grupo que reclamarías como una influencia consciente en tu música?
Creo que lo que más me gusta es la “canción de autor” y la “música independiente”, ambas cosas con todas sus comillas… Radiohead, Silvio Rodríguez, La Buena Vida, Albert Pla, Manu Chao, Mano Negra, Portishead, Sabina, Calamaro, Los Rodríguez, Los Fabulosos Cadillacs, Tom Waits, David Byrne, Talking Heads, Bjork, Marc Almond…
Pero de todos estos creo que los que más me han influido son Los Fabulosos Cadillacs en las melodías de voz y en el tipo de estructuras musicales (aquello de los cambios inesperados), Sabina y Silvio Rodríguez en las letras, Calamaro y Manu Chao en el tipo de arreglos musicales del disco… En la voz, últimamente, me está influyendo mucho Albert Plá.
· Y nada más, salvo dejarte espacio por si te gustaría añadir algo más…
Muchas gracias a vosotros por la entrevista, y gracias a los lectores por haber leído hasta aquí. Os invito a mi página web www.andreslewin.com Hay canciones para bajarse, las letras, las fechas de los conciertos, y todas esas cosas.
Entrevista por: F-MHop
(Fecha de publicación: 17/06/2004)
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 17 (sección: Entrevistas).
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