Escuché este disco con la mayor de las purezas… Una salida precipitada de casa me hizo coger el discman, sacar un CD al azar de un montón y ponerme a escucharlo…
Me encantó.
Steve Howew fue el líder del legendario grupo Yes y es este su actual proyecto, en el que se acompaña de Derrick Taylor (batería), Giliad Atzmon (saxofón) y Dylan y Virgin Howes, sus dos hijos. Él es el compositor y guitarrista, puntualmente también el cantante, y el resto se centra en secundarle con precisión y soltura.
Oficialmente “Elements” es un disco de rock progresivo, pero lo que me cautivó de él es la variedad de estilos, la elegancia de los temas y que las canciones te enganchan, te llevan y te sueltan para que disfrutes de la experiencia siguiente.
Los dos primeros cortes, “Across The Cobbleston” y “Bee Sting”, son cláramente progresivos, aunque cierto es que no destacan por su larga duración (cuatro y tres minutos respectivamente). Y en ellos la guitarra de Steve brilla con acierto.
La siguiente canción, “Westwinds”, mantiene siempre una línea melódica preciosista, evolucionando en varios momentos hacia un swing delicado y con un arreglos de viento que la llevan aún más hacia el jazz.
En “Where I Belong” el líder del grupo toma también el micrófono para cantar una canción que se mueve entre el folk y el country. La voz no es especialmente dotada, pero añade una línea de normalidad, con Bob Dylan como espejo, al virtuosismo de la banda.
Los dos siguientes cortes, “Whiskey Hill” y “The Chariot of Gold”, vuelven a la línea progresiva, para desembocar en “Tremolando”, una relajada pieza de sonidos planeadores.
A ésta le sigue “Pazific Haze”, en la que las guitarras suenan limpias y entonan una melodía en continua evolución que transita sobre un colchón de ritmos atresillados y arreglos que se acercan de nuevo al jazz.
“Load off my mind” también es un tema cantando, pero en esta ocasión el estilo es cláramente progresivo, con el arranque guitarrero más potente del disco. Un riff muy hard-rockero se repite insistentemente, con ligeras variaciones, soportando el peso principal de la canción hasta que se transforma en el solo final.
“Hecla Lava” es otro corte relajado, de sonidos principalmente se orientan a crear ambientes. A éste le sigue “Smoke Silver”, una pieza elegante que en gran parte se muestra como pop, esa limpieza inicial y algunos intervalos, pero con la guitarra de Steve luciéndose por momentos.
“Inside Out Muse” es un blues instrumental, que da paso a “Rinsing Sun”, un tema púramente progresivo.
“Sand Devil” es el tema más extraño, con melodías que recuerdan fuertemente a los órganos de las iglesias. “The longing” también es rarilllo… con sonidos de corte retro-futurista y espacial rodeando al solo de guitarra que protagoniza la canción de principio a fin.
Por último el disco se cierra con “A drop in the Ocean”, tres minutos que parecen destinados a relajar al oyente antes de dar por terminado el disco.
En conjunto se trata de un disco muy entretenido, llamativamente variado, con un sonido elegante y una frescura y amplitud de miras admirable. Trasciende los límites del rock progresivo y lo acerca al jazz, el country, el blues o el pop con naturalidad. Eso sí, una descarga final potente abría mitigado la excesiva (y admirable) relajación, casi cercana al sueño, que produce el último corte.
Comentario por: F-MHop.
(Fecha de publicación: 12/02/2004)
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