Las medidas que el Ayuntamiento de Málaga está tomando contra La Casa Invisible, han provocado que distintos colectivos de la ciudad costasoleña, afines al conocido centro y espacio sociocultural, se movilizaran el sábado 10 de marzo, en una multitudinaria manifestación de apoyo, que congregó a mile
La Casa Invisible, siempre ha estado en el punto de mira de empresas afines al Ayuntamiento de la ciudad de Málaga. Llegando este último, incluso a involucrar a Junta de Andalucía y Diputación, a la hora de pactar o negociar la legalización del inmueble, como parte de un colectivo que promoviera actividades socioculturales. Como así ha sido, desde incluso la época en que fue considerada “okupa”. Ahora, son los socios del gobierno municipal del PP, el partido de Ciudadanos, los que presionan para seguir haciendo de Málaga un parque temático y gentrificar aún más si cabe, el centro histórico de la ciudad costasoleña. La mañana del sábado 10 de marzo, amanecía algo nublada y con bastante humedad en el ambiente, con intervalos de cielo despejado. Aún así y a pesar de la desapacible mañana, la causa en favor por La Invisible, congregó a varias miles de personas, que abarrotaron calle Nosquera. Desde donde partiría la manifestación multitudinaria. Antes, se montaron tenderetes y hubo performance en la propia calle Nosquera. Sonaron multitud de consignas desde los balcones del propio inmueble de La Casa Invisible y desde camionetas que fueron habilitadas, con agrupaciones musicales, entre las que destacaba a pie de calle, la magnífica batucada que espoleó a los participantes en la concentración, a teñir el acto con aires festivos y de reivindicación, durante todo el itinerario de la manifestación. La manifestación transcurrió con normalidad, hasta que comenzó a llover incesantemente y dio la sensación, que dicho aguacero, provocase cierta confusión y hasta la dispersión parcial de la misma, justo cuando se llevaba casi la mitad del recorrido hecho. Entre el grueso de las distintas plataformas afines a La Casa Invisible, destacaban las plataformas de la PAH, Plataforma Afectados por la Hipoteca o el gran colectivo feminista que aglutina y realiza muchísimas actividades en el centro social y cultural de gestión ciudadana, como gusta definirse a la propia Invisible. Una vez, cubrió el itinerario que partió de calle Nosquera y pasó por calle Carretería, calle Álamos y de ahí cortar camino por calle Atarazanas, para confluir todos en la puerta del Ayuntamiento de la ciudad. Para seguir coreando consignas, con lemas fundamentales como “La cesión es la solución” o “La Invisible no se vende”. En medio de un mar de paraguas, que dieron hasta más colorido al complicado día que finalmente se presentaba aquella mañana de sábado. Tras esta prueba irrefutable, de que los vecinos del centro históricos están a favor de La Casa Invisible como también lo están bastantes intelectuales y artistas ligados al centro cultural o a la ciudad de Málaga. Parece ser, que todo va recobrando la normalidad. Esperemos que prevalezca la cordura y ese afán de especulación termine ya de una vez por todas. Porque ya no es un problema que afecte solamente a un colectivo o inmueble, sino a toda la ciudadanía de Málaga, que está soportando como puede los efectos nocivos de la gentrificación.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Cultura y tecnología).