Con este concierto celebrado en la mítica sala bilbaína Kafe Antzokia, el 24 de marzo de 2018, los sevillanos daban por finalizada la primera fase de la gira de presentación de su último trabajo “Vergüenza”.
Se presentaban los sevillanos, en una noche lluviosa típica del Botxo y en el clásico Kafe Antzokia, para dar carpetazo a su primera fase de presentación de su último trabajo “Vergüenza” en salas de aforo reducido. Esta minigira les ha llevado por unas cuantas localizaciones tanto peninsulares (Barcelona, Madrid, Valencia y la susodicha Bilbao) como fuera de España (Londres), antes de dar paso a la temporada de verano, ya enfocada a grandes festivales y eventos.
Y lo hacían con todas las ganas del mundo en una tierra donde siempre se les ha recibido con los brazos abiertos y donde ellos se sienten como pez en el agua. Así que no hubo que esperar más de 5 minutos sobre el horario previsto para que Fernando Madina y sus huestes se subieran al reducido escenario de la vetusta sala bilbotarra. Y lo hicieron con fuerza y sin tregua, pues en un set list claramente dividido en dos partes bien diferenciadas, dieron cuenta en los primeros 40 minutos del concierto de lo que es ese último trabajo que están presentando. Con prisas y sin pausa, desde la canción que lo abre y la más emblemática del mismo “Terrorismo” (esa feroz crítica a la retrograda “Ley Mordaza”), hasta la cachonda versión del celebérrimo tema de Los Payasos de la Tele para ridiculizar a la presidenta andaluza, el cuarteto hispalense desgranó casi en su totalidad, todos y cada uno de los temas de “Vergüenza”. Críticos como son ellos hubo para todos los palos: Estados Unidos y su imperialismo con “Agitar antes de USA”, la Iglesia y sus abusos con “La Misa Final”, los políticos y el sesgo fascista que aún perdura en España con “Se acabó la fiesta” o la intransigencia de la sociedad actual con la libertad sexual en “Agarrar la vida”. Con una sonorización en la voz que fue de lo peor de la noche (se le entendía muy poco lo que decía) y con un ritmo en el concierto que fue decayendo a medida que avanzaba el set-list relativo a este último disco, no pararon hasta el octavo tema a recuperar algo de resuello. También hubo hueco a que Barea, por ejemplo, se cantara la canción más popera del disco como es “Dentro de ti”.
Ya en el tema 12 más 1 de la noche dejamos atrás este último álbum y los andaluces pasan a repasar antiguos temas, que la gente está deseando volver a escuchar. Y ahí está el vetusto tema “Rip-Rap” del álbum ¿Dónde está Judas? del 92. El ritmo frenético de esta canción enciende a la concurrencia, máxime cuando, a continuación, suena su célebre tema de “Grana y Oro”. La cerveza y el kalimotxo empiezan a hacer subir las revoluciones del personal, que acaba estallando con temas como “Dos colegas” o la conocida “La Republicana”, que la gente canta a coro junto a Fernando.
La complicidad entre el público y el grupo sigue en aumento, ahora ya con el sonido en las voces algo mejorado respecto al principio del show. Más y más clásicos van cayendo como “Mi balcón” del álbum “Sol y Rabia” del 93 o el más reciente “Ay Dolores”, dedicado a todas las presentes en la sala y recordando que 8 de Marzo lo es todo los días.
Y con ese ambiente festivo que Madina y sus chicos dan a ciertos temas como “Cucaracha Blanca”, pero que lleva implícito el mensaje dedicado, en este caso, a la visita papal de hace un cuarto de siglo, caminamos a la apoteosis final del show con “Vicio” y “Jartos de Aguantar”, donde Fernando se deshace del bajo para dedicarse únicamente a cantar y, al final del mismo, tirarse como antiguamente al público desde el escenario.
Si enciendes al respetable, no pretenderás que se apaguen los ánimos sin más, por lo que, tras un breve receso para recuperar algo de aliento, los bises dieron la oportunidad para escuchar cinco clásicos más como “Resistencia”, “Vamos pal infierno” o “Aprendiendo a Luchar”, donde Fernando pierde el bajo pero, en un momento total de clímax con el público, decide acabar el tema solo a las voces.
Y así se cumplieron las dos horas de concierto, con 35 temas en total, con un sonido que podría haber sido mejor pero con unas ganas y una energía que siguen derrochando estos sevillanos con más de 30 años a sus espaldas que nos hacen albergar esperanzas de que tenemos Reincidentes para rato…Hasta la victoria final.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Reportajes).
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