Este experto en la música tradicional de Cantabria, publicó el año pasado el álbum “Quimper”, la culminación de una larga trayectoria como intérprete. Ahora sigue adelante con nuevos proyectos, incluyendo un estudio sobre la historia del folk en su tierra y la actividad del dúo Los Cámbaros.
David Pérez Gómez es un interesante músico cántabro, que tiene una larga trayectoria en el campo de la música tradicional, pero que también ha tocado en grupos de rock.
Además, es un estudioso de la música tradicional de su tierra, con un libro publicado sobre la rabelista Adela Gómez y un estudio en marcha sobre la historia del folk en Cantabria y un método para aprender a tocar el rabel. También es luthier, especializado precisamente en la construcción de este tipo de instrumentos tradicionales.
El pasado año publicó su primer álbum firmado con su propio nombre, que llevó por título “Quimper” y en el que repasó un buen puñado de temas tradicionales, a los que refrescó con nuevas ideas y nuevos arreglos musicales, además de incorporar un tema de cosecha propia: la mazorca “Danza de Sovilla”.
En ese disco trabajó con un extenso equipo de músicos, entre los que cabe destacar a David Martínez Prieto, un acordeonista que tocó en parte importante de las canciones del álbum y con quien ha iniciado un nuevo proyecto musical como dúo, llamado Los Cámbaros.
En esta entrevista repasamos toda la trayectoria de David Pérez, también nos fijamos especialmente en ese disco, “Quimper”, una escucha muy recomendable para todos los aficionados a la música tradicional, pero también para cualquier aficionado a la música que busque nuevas sensaciones, pues es un disco lleno de frescura, que presenta las canciones tradicionales de una manera muy accesible y que les permitirá conocer la tradición sonora de esa hermosa región del norte de la península ibérica, que es Cantabria.
Tenemos entendido que llevas tocando el rabel desde el año 1991 y que es ahora cuando publicas un primer álbum a tu nombre. ¿Qué te atrajo de la música tradicional para que te animaras a aprender a tocar el rabel y practicarla, en lugar de optar por el rock u otras músicas?
Efectivamente, comencé a tocar el rabel con Pedro Madrid en la Escuela de Folclore de Torrelavega. Por aquellos años, tocar música tradicional y folk era subersivo, el folk siempre ha estado conectado con movimientos sociales como la insumisión y el ecologismo. Hoy se ha descafeinado todo mucho y se ha perdido un poco ese espíritu, pero entonces, era música popular combativa igual que lo era el punk. Yo empecé a tocar el rabel casi al mismo tiempo que empecé a cantar en una banda de hardcore-punk, Oktubre Rojo. Después he estado en otras bandas de rock, así que mi carrera musical tanto desde el folk-tradicional y el rock siempre han ido paralelas.
Empecé con el rabel, pero pronto me interesé por la gaita, la guitarra eléctrica, la dulzaina… todo músico es un yonki de las cosas que hacen ruido y yo estoy muy enganchado.
¿En qué agrupaciones has tocado durante estos años?
Como te digo, mi carrera musical ha seguido siempre dos caminos distintos, pero complementarios, el punk-rock y el tradicional y folk. Me voy a centrar en el segundo, ya que es donde más he desarrollado mi carrera y donde he conseguido hacerme un hueco y convertirme en músico profesional.
La primera banda folk en la que estuve se llamaba Ijana de Aras. La formamos cuando estábamos en la Escuela de Folclore de Torrelavega entre varios alumnos de la misma. Era un rollo super inocente, estábamos aprendiendo a tocar y aquello sonaba bastante mal, sin embargo tocamos en unos cuantos sitios durante los cuatro años que duró la aventura. Después estuve unos años tocando de gaitero por pueblos y romerías en plan tradicional y colaborando con agrupaciones como el Grupo de Danzas Nuestra Señora de Covadonga y con la Coral Salvé de Laredo entre otros. En el año 1.999 comienza a tomar forma un nuevo proyecto, se trata de Jabardeus, grupo de animación de calle y recreación histórica que aún está en activo, con ellos estuve a tope hasta el 2.006, actualmente colaboro ocasionalmente. Ese mismo año formamos varios amigos Mapache Hudalu, grupo de experimentación que nace con el propósito de tocar por tocar, retorcer los sonidos tradicionales y sin encasillarnos en ningún género. Aquello fue un poco loco, el público o nos amaba o nos odiaba, pero lo cierto es que tocamos un montón durante los tres años que estuvimos en activo y cuando mejor iba sonando aquello lo dejamos. Bueno… realmente, nunca nos sentamos a decir que aquello se terminaba, quedó en un impás y así sigue, quien sabe si algún dia….
En el año 2.009 entro en el grupo de folk cántabro Garma y con ellos sigo, a día de hoy centrados en un repertorio entero de baile folk, muy de moda en todo Europa, menos en Cantabria, que siempre vamos un pasito por detrás. Se trata de un espectáculo en el que enseñamos y animamos a la gente a bailar músicas generalmente del Arco Atlántico, es muy divertido la verdad.
Paralelamente, he ido trabajando en mi espectáculo alrededor del rabel, en que que narro sobre la evolución del mismo y su sentido dentro de las tradiciones Cántabras en general y del valle de Polaciones en particular. En este sentido, me surge la necesidad de publicar un disco en solitario que refleje lo que han sido mi carrera dentro del mundo del rabel desde el año 1.991 en que cae por primera vez este instrumento en mis manos. Y así nace “Quimper”. En la grabación de este trabajo es muy importante la participación de David Martinez Prieto con l´alcurdión diatónica. De echo, me gusta decir que aunque lo firmo yo, el trabajo es de los dos. De la chispa que surgió durante la grabación del disco y primeras presentaciones del mismo, nace el dúo Los Cámbaros, que somos él y yo presentando parte del disco “Quimper” y nuevos temas que formarán parte de nuestro futuro trabajo.
¿Has participado en la grabación de algún álbum durante este tiempo?
Si, con Garma he grabado el tercer trabajo del grupo “Cambalúa” y un DVD que hicimos junto a Coros y Danzas de Santander llamado “Andanzas”; con Jabardeus el primer trabajo que lleva el nombre del grupo y he estado en el último CD, “Los caminos de arena”; tambén he participado en el disco “Vozaina a trisca”, en el que aparecen grabaciones de varios artistas; le púse música a varios cuentos del libro-cd de Patricia Prida dedicado a los relatos de Manuel Llano titulado “Un legado de leyenda”; y lo último ha sido mi disco “Quimper”.
En el año 2016 publicaste el libro “Adela Gómez Lombraña: Serdas y Sonajas”, acompañado de un CD, y dedicado precisamente a la rabelista Adela Gómez Lombraña. ¿Qué te llevó a dedicar el libro a esta música tradicional?
Pues Adela era tia-abuela mía. Vengo de una saga de rabelistas y depositarios de la tradición oral del valle de Polaciones, mi tatarabuelo, el Ti Eloy Gómez era un afamado rabelista y su mujer, la Tía Mariquita fue entrevistada por importantes folcloristas de la época.
Yo aprendí mucho de Adela y de su hermano Luis Nicanor. Desgraciadamente ellos ya murieron, pero yo tengo muchas horas grabadas de ellos, por lo que parte de su legado está a salvo. Este legado, este conocimiento que ha ido pasando durante generaciones de boca a boca es patrimonio de todos y que mejor forma para ponerlo al alcance de todos que una publicación en la que se narre quién fue Adela, su familia y poder escuchar su voz y su rabel.
También eres luthier de rabeles. ¿Qué nos puedes contar sobre este arte y oficio?
Llevo haciendo rabeles desde el año 1.999 de forma autodidacta. Empecé un poco a lo tonto, pero hoy en día me lo tomo muy en serio. No produzco muchos rabeles al año, trabajo muy despacio, pero la verdad es que hago un trabajo muy pensado. Yo busco un sonido en concreto, instrumentos de gran volumen y fuertes grabes, de fácil ejecución y afinación. Son istrumentos para tocar, no de adorno.
El pasado año publicaste el disco “Quimper”. ¿El proyecto de grabar un álbum propio era un viejo sueño?
Sí, de hecho ya lo intenté hacer sobre el año 2010, pero por problemas con la tecnología, aquella grabación se perdió casi por completo. Así todo, la idea continuaba en mi cabeza, un día me levanté, llamé a Dani, de los estudios “El cubil” y le dije que me diera día para empezar. Dicho y hecho.
El disco se llama “Quimper”. En su interior explicas que se trata de una especie de caracol que habita en la cornisa cantábrica y en Bretraña. Fotos de ejemplares de este tipo de caracol decoran el disco. ¿Por qué has utilizado el nombre de este caracol para el disco? ¿Tiene algún tipo de significación especial el haberlo utilizado?
En casa somos muy aficionados al bicherío y siempre me llamó mucho la atención que la Elona Quimperiana o caracol de quimper fuese endémico de Bretaña y de la Cornisa Cantábrica. Siempre he sido un enamorado de la música y el paisaje bretón y me gustaba esa conexión Cantabria-Bretaña que representaba este pequeño molusco. Estando en plena grabación del disco encontré en la leñera de casa un nido de caracoles de quimper, así que hicimos unas fotos y le dediqué el disco. De modo que, si además de difundir mi música consigo que a gente conozca a este caracolillo pues mejor que mejor, cumplo un doble objetivo, musical y ambiental.
Me gustaría que me hablaras del repertorio de canciones del disco… ¿qué piezas son composiciones propias y cuales son versiones de temas tradicionales?
El disco es un recorrido por temas que me han acompañado durante toda mi carrera como rabelista y otros nuevos. De hecho hay alguno como “La marrana”, que me lo propuso David Martinez durante la grabación, yo no lo conocía. Son todo temas tradicionales menos la “Danza de Sovilla”, que es una mazurca compuesta por mi.
El disco se abre con la voz del rabelista Luis Gomez Lombraña, de quién también se utiliza un texto en el tema “Paceau tochón”. ¿Qué nos puedes contar sobre este rabelista y porque le has dado cabida en el disco?
Como he he dicho antes, Luis fue uno de mis maestros, aprendí mucho de él y esto está reflejado en el disco. Hay temas y textos que aprendí directamente de las largas charlas en su cocina, en el pueblo purriego de Salceda. El haber utilizado su voz para abrir mi trabajo no es más que un sentido homenaje, un reconocimiento a todo lo que me enseñó.
En el álbum colaboran un buen número de músicos. ¿Qué nos puedes contar sobre ellos? ¿Son amigos con los que habías colaborado con anterioridad?
Efectivamente, ha echado una mano mucha gente, son todo amigos que me apetecía que colaborasen. A medida que yo iba grabando temas me imaginaba quien y con que instrumento podría aportar algo al tema. Me vas a permitir que los enumere, pues tengo que estarles muy agradecido: Javi Gómez Rincón, excomponente de Nel Tardíu colaboró con la flauta de tres agujeros, tamboril y pandereta; Miguel Cobo, compañero de Garma metió percusiones con la cántara de barro y pandereta; Jesús Parra, guitarrista segoviano y compañero de Jabardéus participó con guitarra y mandolina; Romina García Acebal, con quien he formado dúo tradicional durante años, participó con su maravillosa voz y pandereta; David Martinez Prieto con l´alcurdión diatónica y diversas percusiones, y cuya participación ya he dicho que ha sido fundamental; Ramón R. Raba, componente de Los Casos, participó con el contrabajo.
A todos ellos muchísimas gracias.
Entre los músicos participantes, destaca el papel de David Martínez, que toca en gran parte de las canciones y con quien finalmente has indicado un nuevo proyecto en formato dúo. ¿De qué conocías a David Martínez? ¿Tenías previsto inicialmente que su labor tuviera tanto peso en el álbum?
A David le conocía del mundillo folki. Hace un par de años intentamos mover un proyecto con más gente, Arrimeme arrimeme, pero la cosa no saió adelante por cuentiones de horarios y trabajos. Le llamé para colaborar en un par de temas, pero al final vimos que el rabel y l´alcurdión maridaban bien y se grabó medio disco. Fue todo sobre la marcha, pero estamos encantados con el resultado.
¿Qué nos puedes contar del nuevo proyecto Los Cámbaros?
Pues una vez editado “Quimper” me puse manos a la obra para hacer algunas presentaciones y dar a conocer el nuevo trabajo. Para las mismas le pedí ayuda a David y bueno, como vimos que la acogida era buena decidimos continuar con este formato y empezar a preparar otros temas a parte de los de el disco. Así nacen Los Cámbaros. Interpretamos fundamentalmente repertorio tradicional cántabro, aunque también mexicano, cubano, etc… pues nos interesa mucho explorar la relación que hay con aquellas tierras donde emigraron muchos de nuestros antepasados y donde llevaron muchas caciones de aquí y de donde trajeron canciones de allá. La verdad es que pensamos mucho en el repertorio, siempre buscamos temas que nos den pie a contar una historia. Nuestros conciertos son de música e historias. Éstas, creemos que son importantes para darle una identidad a cada tema.
En el disco tocas bandurrias, donzaina, requintas y dalle. Además cantas. Y me ha llamado la atención que incluya la expresión “beat box”, que es más propia del Hip Hop. Y que si no me equivoco, ha sido para referirte a los sonidos vocales de la canción “Carreru, carreru”. ¿Qué nos puedes contar de esa faceta tuya de “beat box”?
Bueno, lo de el “beat box” empezó como un juego. Grabé el tema, que es una tonada lebaniega aprendida de Lines Vejo, panderetera de Caloca. Mientras escuchaba como había quedado la toma comècé a hacer unos acompañamientos con la boca y así quedó. La verdad es que fue un momento muy divertido, pero que perdonen mi atrevimiento los profesionales del beat box de verdad.
¿Cuál es tu opinión sobre el estado actual de la música de raíz en Cantabria?
Creo que estamos viviendo un momento de cambio, después de unos años dulces en los noventa y primeros dosmil, ha habido un bajón, en mi opinión, entre otros factores por falta de imaginación. Hoy siento que empieza a haber nuevas inquietudes desde cierto sector que vuelve la mirada hacia la tradición pura y dura y que se irá reinventando poco a poco. Hacia donde iremos… ni idea, pero ya nos podemos poner las pilas, porque por lo que veo en tierras cercanas, nos dejan atrás en dos días. Que tampoco se trata esto de ninguna carrera, pereo creo que tenemos que soltar lastre, dejar de encorsetarnos y perder miedos a experimentar y buscar caminos propios, tanto los músicos como el público, que en ocasiones es excesibamente conservador.
Y otra cosa, respetar mucho el trabajo de todos.
¿Tienes algún otros proyectos musical, artístico o literario en marcha que puedas compartir con nuestros lectores?
Uffffff¡¡¡¡ muchos, jejejjejeejej… estoy viviendo una época de mucha inquietud y proyectos. Con Los Cámbaros seguimos trabajando en nuestro repertorio y espero que pronto podamos plasmarlo en un nuevo trabajo. Por otra parte, estoy haciendo una historia muy personal yo solo, basada en música tradicional con arreglos vocales y percusiones un tanto atábicas. Es un proyecto que me va a llevar un tiempo y que en principio no está pensado para llevar a los escenarios, solo pretendo con ello aportar un granito de arena al cambio necesario del que te hablaba en la pregunta anterior.
En cuanto a publicaciones estoy preparando para Etnocant un trabajo sobre la historia del folk en Cantabria. Y también tengo casi terminado un método de rabel.
Muchas gracia por tus respuestas. Te deseamos mucha suerte con tu música. ¿Te gustaría añadir algo más?
Nada más, muchas gracias por hacerme un hueco en tu espacio, para los que nos lo curramos de manera autogestionada toda ayuda es importante y los medios prestáis mucha.
Un saludo a ti y a todos los que se han tomado la molestia de llegar hasta este punto de la entrevista.
Enlaces de interés:
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Entrevistas).