Con la apariencia de niño revoltoso, tímido y nervioso, Fred, líder de esta formación encauzó una descarga de sentimientos y energía acompañado por dos músicos (un batería y sintetizadores).
El show de Avril es diferente, experimental, innovador y extraño. Cuando se intuye que el concierto va a empezar y la música ambiente se desvanece, aparece entre el público un personaje con un disfraz de gorila que baila al ritmo de la música. El espectáculo ha comenzado. Después suben los músicos al escenario, desaparece el gorila, comienzan a tocar y aparece un hombre-caballo que se sube al escenario y empieza a manejar los aparatos electrónicos que están en medio sobre una mesa (es Fred). Esto es surrealismo puro al servicio del título del trabajo con el que esta formación francesa se presenta llamado “This Horse must be starving” (Este caballo debe estar hambriento).
Salvados los momentos iniciales de surrealismo, la descarga de rock electrónico se sucede. A caballo (nunca mejor dicho) entre la potencia de los últimos Primal Scream y la melancolía de Elvis Costelo (de este último versionaron “I Want You”), las guitarras sucias y desafinadas de Sonic Youth y las melodías desgarradoras de Chet Baker. Todo ello aliñado sobre bases electrónicas, sintetizadores y una batería que echaba chispas.
Artículo: Mario Díaz.
(Fecha de la publicación: 03/04/2003)
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