Por quinto año consecutivo se celebró en Cáceres el festival de música étnica que organiza Peter Gabriel.
Por quinto año consecutivo se celebró en Cáceres el festival de música étnica que organiza Peter Gabriel: el W.O.M.A.D. (World Organization of Music And Dance). Veintiún grupos o artistas de cuatro continentes deleitaron al público asistente, que este año dobló la asistencia de otros años. Se oyeron comentarios que cifraban la concurrencia entre las 30.000 personas, aunque en algún medio de comunicación se ha elevado la cifra hasta los 60.000 asistentes.
Tanta afluencia de público ha suscitado el debate en el ayuntamiento (ahora del P.P.) para trasladar el evento al recinto ferial, con lo que el mismo perdería todo su encanto, que reside en poder disfrutar de música distinta en medio del casco viejo de Cáceres, marco de insuperable belleza, declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Centrándonos el festival, este año parece que se prefirió disminuir la pureza étnica de las actuaciones a cambio de espectáculo y eso ha hecho diminuir el interés cultural del mismo. Se han traído músicos que fusionan música olvidándose de los intérpretes originales, que no deben faltar en un festival de estas características; pecado imperdonable por parte de los organizadores.
Aún así, durante los tres días que duró el festival los afortunados que pudimos darnos un garbeo por Cáceres disfrutamos de muy variada música. Sobre los tres escenarios que se montaron, uno en la Plaza Mayor, otro en la Plaza de San Jorge y otro en la Plaza de Las Ventas actuaron gente tan dispar y de tan diverso origen como Los Van Van, de Cuba, veterano grupo de salsa y música latina, La Barbería del Sur, perfecto exponente del nuevo flamenco, Ched Mami,de Argelia, musica raï, y así hasta completar la inmensa lista de 21 artistas que componía la quinta edición de este festival, único por sus características.
Y, desde luego, entre estas características destaca la instalación de numerosos talleres por las calles. En ellos se pretende dar a la conocer al público aspectos tan variados de la cultura mundial como pueden ser el uso del video y las nuevas tecnologías, el aprender danzas persas o iniciarse en la percusión africana. Esto hizo que el objetivo que se pretendía conseguir, que la ciudad cacereña se transforme en una ciudad global quedara ampliamente conseguido.
El folclore local también estuvo presente, y no sólo en los programas oficiales. Mientras se esperaba, el domingo temprano, la actuación de los anglo-italianos La Cucina (a la postre uno de los mejores grupos de este Womad), un grupo de trasnochadores y madrugadores de la cercana Sierra de Gredos dio una improvisada muestra de los cantes y bailes de su tierra.
Comentario por Cthutxi Zamarra de Villanueva.
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