Un digipack con una caja que brilla y un dibujo que parece una foto echa a una montaña de nieve y luego manipulada con líquidos manchando el cliché… introduzco el CD en mi reproductor y suena música techno… suena moderna, suena totalmente electrónica y no se oye un bombo constante a todo trapo en primer plano… ¡bien!.
¿Un grupo nuevo? ¿algún nuevo artista underground de la electrónica que logra editar su disco gracias a que el techno discotequero ha puesto de moda la electrónica?
En realidad detrás del proyecto Shakermoon se encuentra todo un veterano de la música… Juan Antonio Nieto. Este nombre así dicho, sin más, es posible que le suene a muy poca gente, pero lo cierto es que este tipo lleva metido en esto desde los años 70… y en los 80 formó parte fundamental del grupo Alphaville, un combo madrileño de pop (no confundir con los alemanes de “Big In Japan”, gran disco por cierto) que fue de los principales referentes de la movida madrileña.
Por aquellos años colaboró con muchos otros grupos… Iniciados, La Dama se Esconde… hasta que la casualidad le hizo actuar puntualmente con Aviador DRO… en aquel momento descubrió la electrónica desde un punto de vista novedoso y que le sedujo… además terminó incorporándose a las filas del grupo de Servando Carballar.
Desde entonces se empezó a gestar la intención de crear música por su cuenta… al margen de otros músicos y de proyectos compartidos… Juan Antonio lleva bastante tiempo creando de forma autónoma, aunque no en exclusiva (ha colaborado puntualmente con otros músicos en algunas ideas) y dentro de esa producción personal ha seguido varias líneas creativas… una de ellas es lo que conforma Shakermoon y los temas que componen su primer CD atribuido a ese nombre.
En este disco, a pesar de ser un trabajo absolutamente personal, ha contado con Charles Sánchez (otro ex-Alpahaville) apoyándole en algunos arreglos y con Eugenio Muñoz sirviéndole de técnico de sonido en los Estudios BOX de Madrid (fue líder de Mecánica Popular, el primer grupo de techno industrial español).
El trabajo cuenta con once temas que se extienden a lo largo de sesenta y un minutos… electrónica que al primer encuentro se escucha con facilidad… no hay bombos que martillean el cerebro, ni ruidos desconcertantes… pero que crea atmósferas, utiliza sonidos y logra ambientes nada conformistas. Canciones que beben de todos los estilos de la electrónica, netamente instrumentales, pero sin decantarse claramente por ninguno… ambient, drum’n’bass, house, techno clásico… de todo hay, pero no es nada de ello.
En resumen, un disco para los aficionados al techno y la música electrónica que está un paso más allá de la dictadura del bombo en primer plano.
Comentario: F-MHop
(Fecha de la publicación: 15/08/2002)
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