El cantautor vasco Ruper Ordorika tiene ya en editados la friolera de 12 discos, siendo el último este “Hurrengo Goizean”.
Las canciones se revelan como escritas desde el corazón, hablando de la magia de la oportunidad (“Hatako gau batez”), la nostalgia por los lugares de nuestra infancia (“Bihotz begiekin” y “Garde Gordeka”), viajes en el que se hace necesario el reposo (“Zure ate ondoan”) o se reciben noticias de casa (“Fatuaren baitan”), de la dureza de la soledad que nos ancla al pasado (“Ttikiegi”), de las fluctuaciones de los sentimientos (“Fatuaren baitan”), la necesidad de expresarlos (“Desiorik onena”), de los caminos de esperanza que se abren tras una racha dura (“Noeren untzi batean”), de abrir las ventanas a la confianza tras abandonar decisiones equivocadas (“Mila gau (eta bat gehiago))” y de los pequeños paraísos de felicidad cuando se desconecta de la inmensidad del mundo y se pasa un tiempo en una burbuja de cariño y calma sin aspiraciones.
Con sus instrumentos le acompañan Keny Wollesen, batería, Ben Monder, guitarra, y el bajista Fernando Saunders, habitual compañero de Lou Reed.
En el disco hay pequeños acercamientos a formas musicales cercanas al jazz, pues Ruper se ha declarado muy interesado por la música de improvisación (ya en su disco “Dabilen Harria” del 98 participaron músicos de la escena de la improvisación de Nueva York), y fue grabado en el estudio de una forma cercana al directo… todos juntos y dejando fluir las sensaciones e ideas por encima de la precisión.
“Hurrengo Goizean” es un disco de autor, mantiene la personalidad y sigue aportando nueva ideas. Gustará a los seguidores de Ruper Ordorika, así como a los seguidores de la canción vasca. Para los aficionados a la canción de autor, si carecen del prejuicio del idioma (los textos están traducidos al castellano, inglés y francés), también es un disco muy interesante.
Comentario: F-MHop.
(Fecha de la publicación: 02/05/2002)
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