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Argumentos propios. El cuarto disco de esta banda madrileña ofrece rock... sincero, elegante, potente y con personalidad. Analizamos su disco tema a tema, detalle a detalle.. 
La música, la cultura, el arte y la palabra necesitan fieras vivas como éstas en estos espejismos sin humanismo con promesas de progresar en el dolor y en una organización de hastíos en continuo endeudamiento de la realidad, con zombis camino de sus propios sepulcros, o nichos llamados viviendas. Por ese motivo la fuerza de Sonotones es una posibilidad y una reflexión y muchas otras cosas. Dice la hoja de presentación que este 4º trabajo de la banda madrileña suena más fuerte, más compacto y brillante..., ¿lo comprobamos?
Riguroso gris y negro, una "S" con rabo y cuernos, diablo que hoy me inspira para esta "revetlla" (verbena) de S. Joan, en el curioso formato del CD. Gris y negro que consiguen desde un cierto hermetismo no ser aséptico, imprimiendo una triste melancolía, pero no de manera abultada, lo cual también hubiera sido atractivo.
La portada presenta una "S" mayúscula marca de la casa. Una letra diabólica que me ha hecho sonreír.
Francisco Javier Die Dean, vocalista y letrista de algunas de estas derrotas musicadas, es quién me envía este nuevo proyecto de Sonotones compuesto por 12 temas, con una duración aproximada de 45m 48s, grabado y masterizado en los estudios CUBE, en Madrid, en agosto de 2005, por Alberto Seara. La fotografía del interior de la caja es oscura, cinco rostros sobre una luz blanca y la verde de un tapete de mesa de billar americano. "Sin Argumentos" le va a hacer un siete a la "convención" de unas cuantas dinámicas cutres y en exceso formales. El contraste entre luz y oscuridad es una vertiente de apuesta cuyo estímulo es una intriga:
¿Es la oscuridad argumento, o personaje?
"Sonotones", me ha hecho recordar la sala de concierto "Sonotone" en Palma donde viví durante unos siete años, trabajando, entre otras cosas, en Onda Cero Mallorca como redactor de los Servicios de Información, o en el Mondo Sonoro de Baleares. En dicha sala asistí a bolos y fiestas. Recuerdo los de Violadores del Verso, una fiesta de Rne, R3, a "Los Muertos de Cristo", "Sunflowers, etc, etc. Pero vamos al ajillo...
El primer tema nos conduce a una contradicción en su título en esta rapiñera cultura de las prisas. "No hay reloj", presenta un inicio vibrante, las guitarras, Fº Diego Y Aragüe y J. Luis Fernández Retamar, se hacen un hueco en 20s bien cronometrados. Cuento de caída y viaje ¿por un cuerpo?, sin límite a la pasión. Letra que remite a clásicos del poprock español. Es una buena mezcla de ambientes, eso se puede constatar durante todo el recorrido musical te guste, o no te guste el estilo, que entre el 1m 30s y el 1m 40s accede a una pequeña sección de cuerda muy hábil.
Imaginación, reminiscencias, ¿Les gustarán Héroes del Silencio y La Frontera?. Hay antes de los 2m 30s una aportación rockera tipo "Enemigos" y un tránsito lento más pop en otros 10s hasta alcanzar los 4m.
Llegamos a "Tan deprisa", que comienza con un tono más oscuro, con presencia del bajo, Antonio Caballero Ruíz, en un devenir más concreto. Nuevamente la preocupación por el tiempo que es nuestra realidad, pienso, paranoica de muescas que nos ha demacrado en etnias sociales tapiadas con un hastío de rutinas que hay que contradecir. La batería M.A. Blanco Pozo, es más temperatura. ¡Que cunda el ejemplo para otras bandas, je,je!
Al 1m 13s la guitarra, un poquillo osada, alarga la estancia, apareciendo a los 2m 01s una dureza más rockera. El vocalista habla de aburrimiento y reiteración. Una desolación críptica con un final instrumental del que puedes beneficiarte.
Sonido bien producido en "máquina extraña". Contundente, corte sólido, compenetrado. Las guitarras emergen desde una esfera atractiva. Poema y poesía sobre una relación. ¿Trampa metafísica? Una balada continuada a los 2m30s desde las cuerdas. Sonotones nos presentan hasta este tiempo de su nuevo trabajo variedad musical en cada tema, que se acentuará más adelante, compenetrada desde un hilo de identidad. Se puede hablar de ese sonido particular que nos define la hoja de presentación. A los 3m 54s del quinto podemos degustar una aproximación más distorsionada. Una delicadeza de pocos segundos ¡Da rabia, je,je!
Teclado y voz al unísono en "Tan deprisa". Cierta textura suave de 35s. El amor otra vez, desempleado en nuestros días de tedio y angustias, como referencia. A medida que vamos avanzando, disculpad el inciso, en el disco, las mezclas se hacen querer más.
La banda vuelve al teclado al 1m45s con un fondo de tragedia de amor, torpeza, tropiezo y un riff competente de escasos segundos en lo que pienso que es el tema más rockero hasta el momento, al cual le sigue una versión de una canción de Roberto Carlos, a base de una progresión entretenida de pausas y ritmos.
"La Locura" es rock and roll en fusión con sus anteriores sonidos. Poema en tonalidades expresivas. Una locura contra la paranoia que dicen los expertos que es una forma de locura. Es este un corte que me ha gustado mucho, pero mucho, de entre todos los temas preferidos de las bandas que he escuchado, entrevistado y reseñado entre 2005 y 2006. No es importante, pero a mí me divierte hacerlo. A sus 2m50s aumenta la fuerza en este tema de agilidad instrumental. Buen rock, de veras, se inician esos giros de los que os hablaba, en la frontera del trabajo.
"Sin argumentos", consolida los 6 anteriores. Elucubraciones, soledad, arquetipo de la desierta abulia y de las paradojas. Perplejo ante la voluntad y la ética. El sonido Sonotones se alarga controlado al 1m40s, después de una anterior dureza retomada a las 2m13s con las guitarras. El bajo es un "tempo" concreto, la batería más fuerte que en algún anterior tema de la grabación, lo cual se agradece.
De voluntad rockera es la entrada de "Que día el que os vendisteis", con registro diferente, no llega al punkrock, y 35s de guitarras protagonistas en un sondeo temático de deudas por ciertas piraterías, algunas prostituciones y ventas ¿podridas? En sí toque de atención sobre algunos negocios. Percusión y coros brillantes, secuencias de voz con arreglos a los 2m26s. Instrumentación más afilada. Canción comprometida sobre cambios y máscaras pánfilas.
En "cabezazos contra la pared" asistimos a una descarga de adrenalina. El registro musical llega un momento que me ha remitido a Tahúres Zurdos, más en sintonía con Arrasando Cepas, compañeros de gira de Sonotones. Las guitarras admiten una progresión apasionada al llegar al 1m54s y siguientes, seguidas de un riff, importante para Sonotones si leéis la fantástica entrevista que les hizo F-MHop, publicada en esta revista el 12 de junio, de unos 20s con espacio instrumental. No olvidar para no deslindarse, son las palabras de prevención de estos veloces 3m42s.
"Reina de lo que sea", 10º tema, es un título que implica ironía y tal vez revancha, vacíos. Facturado musicalmente en la línea de los primeros cortes de "Sin argumentos" se hace un hueco especial al 1m01s, un ambiente plácido con acentuación guitarrera significativa sobre los 2m10s. 20s apreciables, repartidos entre los 3m30s de duración que nos conduce a "por la salud que dios nos da" mediante elucubraciones de las cuerdas. Reflexión íntima en sintonía con letra y música. Olvido, despistes, más rock clásico conceptualmente, sobre todo a los 2m 22s. Al final es el tema que más me ha gustado.
Cierra el disco "la chica de nunca jamás" con un inicio lento, a modo de tono de cantautor hasta los 32s. Rompe muy bien la batería acuñando mucha pasión. Buen cierre de sombras de mujer, espejo y riffs cañeros.
Doce temas, o países de Sonotones que son sus argumentos. Cada cual elige el/los que le gustan. La ruleta ya gira.
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